Poble espanyol. Barcelona

El Poble Espanyol fue construido el año 1929 con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona como pabellón dedicado al arte.
Fue concebido desde un primer momento como un verdadero pueblo en el corazón de una ciudad con una superficie de 49.000 m2. El objetivo era dar una idea de lo que podría ser un modelo ideal de pueblo ibérico. Por este motivo se reprodujeron, a escala, 117 edificios, calles y plazas. La selección de piezas se realizó teniendo en cuenta criterios de encaje estético que permitieran una composición global y armónica.

La idea fue impulsada por el arquitecto Puig y Cadafalch y después concebido como una unidad de conjunto por los arquitectos Francesc Folguera y Ramón Reventós con la participación del crítico de arte Miquel Utrillo y del pintor Xavier Nogués.
La obra tenía una fecha de caducidad, ya que debía durar el mismo tiempo que la Exposición Universal, es decir, seis meses. Pero su éxito urbanístico ha permitido que el Poble haya estado vivo hasta nuestros días.

En la actualidad es un pueblo vivo. Artesanos, artistas, vendedores, restauradores, trabajadores, estudiantes y profesores de las cinco escuelas de arte, diseño y teatro que alberga el Poble conforman un heterogéneo conjunto de habitantes y llenan de actividad este recinto.
Cuenta con una zona boscosa de 3000 m2, bares, 3 discotecas y varios restaurantes donde se puede degustar la cocina de las distintas zonas de España.

En el Poble hay una serie de espacios donde se pueden contemplar una gran variedad de obras de arte contemporáneo:
La Fundació Fran Daurel, que incluye obras de 80 autores que han vivido o viven durante los últimos 50 años: Picasso, Oscar Dominguez, Tapies, Dalí, Sicilia, Miró, Barceló, Millares...
El Espai Agustí Massana, dedicado a exposiciones temporales, principalmente de artistas contemporáneos.
El Jardín Escultórico, un gran espacio al aire libre con 27 esculturas.
El espai Guinovart.

El Poble Espanyol también organiza actividades para toda la familia como gincamas, visitas guiadas, talleres artesanales donde los niños pueden conocer oficios antiguos que aún están vivos y aprender a elaborar una pieza. Asimismo pueden asistir a espectáculos, juegos y cuentacuentos que se realizan en las calles y plazas del Poble.
Durante las Fiestas de la Mercè se organiza una jornada de puertas abiertas con juegos para niños, adultos y visitas guiadas para conocer su historia y su patrimonio.