El trabajo social sanitario como especialidad: y ya van tres promociones

A 21 de septiembre de 2012

Septiembre es tiempo de felicitaciones para las alumnas y alumnos del Postgrado de Trabajo Social Sanitario. El curso se acaba. La emoción rocía esta felicitación anual confiando en que se vaya repitiendo porque ello será la evidencia de que el Postgrado sigue formando trabajadores sociales sanitarios. La formación es una excelente vacuna contra la superficialidad y la fantasía. La formación permite argumentar desde la ciencia y, a la vez, promueve las buenas prácticas. Las primeras beneficiadas son las personas atendidas, sus familias.

Ha pasado un año y otra vez hago pública mi felicitación a tercera promoción del Postgrado de Trabajo Social Sanitario de Estudios de Ciencias de la Salud del Instituto Internacional de Posgrado de la Universidad Oberta de Cataluña, UOC. Cuando empezamos en 2009 parecía que la oferta formativa en este ámbito se multiplicaría exponencialmente pero, ya se sabe, de lo dicho a lo hecho, hay un largo trecho. Lamentablemente a día de hoy sigue siendo la única oferta universitaria para el trabajo social sanitario. Pero afortunadamente al tratarse de formación online las barreras del espacio y el reloj desaparecen de la vida del estudiante, generalmente ya también trabajador, que encuentra la máxima flexibilidad para que su aprendizaje sea un disfrute y no una carga.

La tercera promoción ha reunido a profesionales de todas las edades y procedencia pero con un denominador común «su pasión por el trabajo social sanitario». Este año provenían de Asturias, de Andalucía, de Aragón, de Cataluña, de las Islas Baleares, de las Islas Canarias y de Madrid. Todas ellas y él, ya tenemos el primer postgraduado, han llenado con sus inquietudes, sus dudas, sus propuestas, esos espacios que por virtuales no dejan de ser lugares de encuentro diario, de debate y discusión de las diferentes materias que se van impartiendo: la presentación de casos, la aplicación de las teorías aprendidas, la confrontación de realidades con argumentos nutridos del conocimiento aprendido. Poco a poco, han visto que la opinión está al alcance de cualquiera y que las aportaciones profesionales nunca son opiniones sino diagnósticos.

Las más jóvenes, las que todavía no han tenido ocasión para trabajar, esperan con deleite ese primer día en un hospital, en un centro e salud. Y quienes trabajan esperan aplicar lo aprendido y seguir generando conocimiento.

La tercera edición del Postgrado ha llegado a su fin. «Parece que no llega el momento de despedirnos» me decía una alumna hace días cuando la clase se iba quedando vacía. «¿Te das cuenta que nadie dice adiós, nadie se despide?» me insistía. Y ciertamente, después de un año de intenso trabajo, de grandes esfuerzos, de apuros por presentar los ejercicios, cuesta decirse adiós. Pero el caminar por la vida conlleva encuentros y despedidas, despedidas que en ningún caso rompen los vínculos al contrario, la continuidad queda al albedrío de cada cual.

Desde esta misma página puedo dar la Bienvenida, en mayúscula, a la cuarta promoción que como otra futura alumna me ha escrito está «esperando impaciente el inicio del curso». En pocos días, a mediados de octubre la clase abrirá sus puertas y no las volverá a cerrar hasta dentro de un año. «Alea jacta est».

Para ver información sobre el postgrado de trabajo social sanitario, aquí