Expertos economistas, partidarios de alargar la vida laboral y ampliar los años para el cálculo de la pensión

Los expertos creen que el Gobierno no debe dar marcha atrás en el retraso de la edad de jubilación y se muestran partidarios de la elaboración de un Libro Blanco por una comisión de expertos independientes que sirva de guía para que el Pacto de Toledo implemente cuanto antes una reforma "que garantice la sostenibilidad del sistema a largo plazo".
El documento asegura que la reforma es inevitable. "La evolución demográfica hace imposible que el sistema español de pensiones públicas pueda seguir ofreciendo las prestaciones actuales. Pasaremos de las más de 4 personas en edad de trabajar por pensionista actuales a 1,75 en 2049". Esta situación, a su juicio, "nos obliga a anticiparnos a este futuro adoptando medidas desde ya mismo".
El texto, promovido por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), abre también la puerta a la ampliación del número de años a tener en cuenta para el cálculo de la pensión, con el fin de evitar situaciones de desigualdad evidentes. "Al utilizar como base para el cálculo de la pensión contributiva las bases de cotización de los últimos 15 años de vida laboral, resulta que los trabajadores que tienen periodos contributivos cortos y salarios elevados al final de su vida laboral acaban teniendo pensiones más altas que otros con periodos de cotización mucho más largos, pero que han tenido la mala suerte de perder su empleo en edades cercanas a la edad legal de jubilación. En definitiva, buena parte de la desigualdad salarial entre las personas de 50 a 64 años, justo el periodo de la vida laboral donde la desigualdad es mayor, acaba siendo trasladada a las pensiones de jubilación".
No obstante, los "100 economistas" aseguran que la reforma de las pensiones no debería focalizarse sobre una medida concreta, sea la edad legal de jubilación, la duración del periodo de cálculo de la base reguladora o cualquier otra modificación. "Hay medidas alternativas que pueden combinarse con el objetivo de conseguir una tasa de sustitución de las pensiones públicas y una duración media de los periodos de jubilación compatibles en el futuro con los escenarios económicos y demográficos que se vislumbran" .

Los jubilados actuales no se verían afectados
La reforma de las pensiones no debería afectar de ninguna manera, según los "100 economistas", a las personas que ya están recibiendo una pensión, y muy marginalmente a aquellos que están próximas a recibirla.
"La modificación ha de hacerse -dicen- de forma muy gradual para no perjudicar gravemente a personas que hayan tomado decisiones irreversibles en relación con sus pautas de ahorro y de oferta de trabajo". En consecuencia, "es necesario tranquilizar a los pensionistas actuales y a las organizaciones que los representan, ya que sus prestaciones y sus condiciones de revalorización están totalmente garantizadas en cualquier reforma posible".