Biografía de Séneca, 'El Joven'

Lucio Anneo Séneca nació probablemente en la ciudad bética de Corduba, la actual Córdoba andaluza, si bien su familia procedía de la península Itálica. Fue el segundo hijo de Helvia y Marco Lucio Anneo Séneca, conocido como Séneca el Viejo, un orador muy considerado y con rango de equites.

Pronto se trasladó a Roma con su familia, y allí siguió una educación esmerada.
Fue consejero en la corte imperial bajo Calígula y sufrió las intrigas de Mesalina, la tercera esposa de Claudio, que consiguió desterrarle a Córcega en el año 41 so pretexto de adulterio. No pudo regresar a Roma hasta el año 48 o 49, después de la muerte de Mesalina y a requerimiento de Agripina, la nueva esposa de Claudio.

En el año 50 detentaba el cargo de pretor. Más adelante sería cónsul.

Fue preceptor de Nerón, para quien compuso numerosos discursos. Desempeñó, asimismo, fue uno de sus consejeros durante los cinco primeros años de imperio de Nerón.

Séneca intervino para romper la relación casi incestuosa del emperador con su madre, Agripina, y de algún modo, aunque indirectamente, participó en el asesinato de esta en el año 59.

Cuando su estrella empieza a apagarse, pide a Nerón que le releve de su cargo de "amigo del príncipe", a lo que el césar se niega. Retirado de la vida pública, el emperador trata de envenenarlo, pues ya había empezado a odiarle.

En el año 65, acusado de haber participado en la conjura de Pisón, es condenado a morir. Como se esperaba de los patricios que se dieran muerte a sí mismos en estas circunstancias, se cortó en brazos y piernas, pero la muerte no llegaba. Por eso pidió que se le administrara veneno griego, sin embargo tampoco así lograba morir. Finalmente, quiso que le llevaran a un baño caliente, donde se asfixió con el vapor. Su esposa Paulina también se suicidó, igual que sus dos hermanos y su sobrino Lucano, temerosos de que la crueldad de Nerón recayera sobre ellos.

El cuerpo de Séneca fue incinerado sin ceremonias, tal como él mismo había dispuesto, y sus bienes pasaron al imperio, como establecía la ley en estos casos.

Séneca escribió varios escritos llamados consolaciones durante su estancia en Córcega, varios diálogos y tragedias, además de otros textos y cartas.

Dijo: "Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti".