'Alcora: cerámica de la ilustración. la colección laia-bosch del museo nacional de cerámica'. Museo nacional de cerámica y artes

En 1727 el conde de Aranda fundó en su señorío del Alcalatén la Real Fábrica de Alcora, uno de los hitos del espíritu de la Ilustración. Las colecciones históricas importantes que de estas piezas se formaron fueron disgregándose con el tiempo y, en los casos más afortunados, pasaron a engrosar los fondos de los museos, como sucedió con algunas de las colecciones que incorporó el Museo Arquelógico Nacional.

La colección Laia-Bosch, formada entre los años 1990 y 2008, fue obra de una persona que, con tenacidad y perseverancia, pudo conseguir una cualificada muestra de la cerámica producida en la Real Fábrica de Alcora.
Se trata de un conjunto de cien ejemplares que se caracterizan por su buen estado de conservación y abarcan una completa síntesis de la labor realizada a lo largo de la trayectoria de la manufactura alcoreña. De la colección, se puede afirmar que era la mejor que existía en España en manos privadas hasta que su propietario decidió venderla en el año 2008, ofreciéndola al Museo Nacional de Cerámica.

Esta espléndida colección, una de las más completas de Alcora en España, es la que hoy muestra el Museo Nacional de Cerámica, el lugar más idóneo para su presentación y posterior exhibición permanente.

La exposición sigue el orden cronológico que coincide con el de los géneros decorativos. Dentro de las excepcionales piezas con las que cuenta esta colección destacan un aguamanil completo y montado en su mueble; tres piezas pertenecientes a una misma vajilla, la de los Beltrani, o una placa de más de medio metro de altura con una complicada alegoría del dogma de La Inmaculada que perteneció al conde de Casal.
Imagen: Fuente de la vajilla de los Beltrani.