El Museo del Prado acoge 'Las ánimas de Bernini'

Gian Lorenzo Bernini (Nápoles, 1598- Roma, 1680) fue el más grande artista de la Roma barroca que desarrolló facetas de escultor, arquitecto, pintor, diseñador de fiestas y ceremonias, fuentes y otros repertorios ornamentales. Hasta hoy no se había realizado en España una exposición dedicada a un personaje tan esencial en la historia del arte. Además, la muestra pone un especial énfasis en la relación de Bernini con personalidades españolas y, especialmente con Felipe IV y Carlos II, y pone en valor, desde el punto de vista histórico y artístico, el papel jugado por la Monarquía Hispánica y sus embajadores en Roma en la producción del artista.

Las complejas relaciones diplomáticas y políticas de Roma con España se vieron reflejadas en los encargos a Bernini tanto de mecenas españoles en Roma (figuras tan fundamentales como el duque del Infantado, el cardenal Pascual de Aragón o el marqués del Carpio) como de la propia corona. Tienen que ver, muy especialmente con que Felipe IV buscara una presencia diplomática, religiosa y política en Roma, y financiara obras en algunas de las basílicas más simbólicas, desde San Pietro a Santa Maria Maggiore, así como se hicieran encargos para El Escorial o el Real Alcázar de Madrid.

Se presentan por primera vez en el Museo del Prado, las dos esculturas Anima Beata y Anima Dannata, encargadas al joven artista por Pedro Foix de Montoya (fallecido en 1630) y conservadas hoy en el Palacio de España, sede de la Embajada de España ante la Santa Sede en Roma. En la dramática representación del alma condenada se ha querido ver un autorretrato oculto del propio Bernini, que trasmite la expresión del terror ante la contemplación del infierno.

El Comisario de la muestra es Delfín Rodríguez Ruiz, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en la materia.