'Selva de cristal. fenómeno periférico de los artistas japoneses en méxico'. Museo universitario del chopo, Ciudad de México

Pintura, escultura, cerámica, fotografía e instalación convergen dentro de esta exposición para dar cabida a un recorrido donde se aprecian creaciones dotadas de energía y belleza, capaces de producir súbitas fantasías, y en cuyo interior palpitan los misteriosos secretos japoneses y a su vez la fuerza de la expresividad mexicana. Todas ellas de artistas japoneses o descendientes de estos que llevan varios años viviendo y produciendo arte en México. La perspectiva es muy amplia pues el rango de edad de los artistas participantes va desde los veinte hasta los noventa años. Cada uno de ellos con distintas tendencias y trayectorias.

Entre México y Japón existe no solamente una separación geográfica e ideológica, ambos países se caracterizan por poseer un pensamiento muy particular en relación al significado de "arte".

Takashi Murakami, uno de los artistas japoneses contemporáneos mas conocidos en el mundo, señaló que "el arte en Japón se distingue por dar más importancia a la forma que al significado en sí mismo". A diferencia de Occidente, en donde las expresiones son inducidas por la significación, por un cúmulo de significados acompañados de un razonamiento, o bien por una liberación ante las restricciones, que algunas veces se traduce como una carencia de significado.

Por ello México representa para estos artistas una tierra estimulante, polifacética y caótica (de aquí surge la analogía con una selva), donde es posible contagiarse de la pasión cotidiana y de una idea de arte más liberal, incluso vista como una actividad social esencial.

Foto: Tayde Vargas.