Metformina

La metformina es un fármaco que no puede curar su diabetes mellitus de tipo II (es decir no dependiente de insulina) pero puede ayudarle a controlar su enfermedad por lo que podría recibir esta medicación toda su vida.

Grupo

antidiabéticos, antidiabéticos orales

¿Qué es?

La metformina es un fármaco utilizado en el control de la diabetes tipo II (diabetes que no depende de insulina). Actúa principalmente reduciendo la producción de glucosa (azúcar) por parte del hígado. También retrasa la absorción intestinal de glucosa y favorece que la glucosa entre dentro de las células.

Algunas personas pueden controlar su diabetes tipo II mediante una dieta adecuada y ejercicio, pero otras pueden requerir además tratamiento farmacológico con metformina. La metformina no cura la diabetes tipo II pero puede ayudar a controlarla, por lo que puede ser necesario administrarla de por vida. Su uso ayudará a reducir los niveles elevados de azúcar en sangre, las complicaciones diabéticas y a restaurar las vías que permitan obtener energía de los alimentos.

¿Para qué se utiliza?

Diabetes mellitus tipo II, en pacientes que no puedan controlar su enfermedad únicamente con dieta y ejercicio.

¿Cómo se utiliza?

En España metformina existe comercializada para su administración oral en forma de comprimidos recubiertos.

La dosis adecuada de metformina puede ser diferente para cada paciente. Ésta depende de sus niveles de glucosa en sangre o en orina. A continuación se indican las dosis más frecuentemente recomendadas. Pero si su médico le ha indicado otra dosis distinta, no la cambie sin consultar con él o con su farmacéutico.

Dosis oral en adultos: 850 mg (1 comprimido) cada 8 ó cada 12 horas, durante o después de las comidas. Posteriormente, la dosis puede ajustarse progresivamente en función de los niveles de glucosa en sangre, sin sobrepasar el máximo de 3000 mg (3 comprimidos y medio) al día.

Su médico le dará instrucciones precisas acerca de la dieta, ejercicio, cómo hacer la prueba para medir la cantidad de glucosa en la sangre y cómo ajustar la dosis.

¿Qué precauciones deben tenerse?

Es importante respetar el horario pautado. Si se le olvida tomar una dosis tómela tan pronto como sea posible y vuelva a la pauta habitual. Pero si falta poco tiempo para la próxima dosis no la duplique y continúe tomando el medicamento como se le había indicado.
Si modifica su dieta, actividad física o ambas debería controlar el nivel de azúcar en sangre ya que podría alterarse. Su médico le habrá asesorado sobre qué hacer en estos casos.
En ocasiones este medicamento deja de ser eficaz y sus niveles de azúcar pueden aumentar. Si ocurriera esto no aumente la dosis de metformina y avise a su médico.
Conviene evitar el consumo de alcohol ya que podría aumentar la acción de la metformina disminuyendo demasiado su nivel de azúcar en sangre.
Tome este medicamento tal y como se lo ha indicado su médico, incluso aunque se sienta bien y no tenga signos de azúcar elevado en sangre. No tome mayor dosis de la indicada ni más a menudo de lo que su médico le haya recomendado. Lo contrario puede ser perjudicial.
Otros miembros de su familia deben aprender a prevenir los efectos secundarios (como disminución de los niveles de glucosa en sangre) o saber qué hacer en caso de que dichos efectos se produzcan.
Si sale de viaje es conveniente llevar una copia de su historia clínica reciente y mantener los horarios de las comidas tan parecidos como sea posible a los horarios normales.
Es conveniente llevar una identificación en la que se indique que sigue tratameinto con antidiabéticos orales.
Deberá visitar a su médico si está tomando metformina y presenta alguno de los siguientes problemas: deshidratación, quemaduras graves, diarrea severa, fiebre alta, infección grave, estrés mental, vómitos, trastornos cardiacos, enfermedad del riñón o del hígado y si va a ser sometido a una intervención quirúrgica.
Es muy importante conocer los síntomas de la disminución de los niveles de glucosa en sangre y de la hiperglucemia para tratarlos. La hipoglucemia se manifiesta como ansiedad, visión borrosa, sensación de hambre, somnolencia, cansancio y pulso rápido. Los síntomas de la hiperglucemia aparecen de forma más tardía e incluyen visión borrosa, somnolencia, sequedad de boca y piel, pérdida de apetito, nauseas, vómitos, respiración rápida y sed intensa. Pregunte a su médico acerca de las medidas a tomar en cada caso.
Si los síntomas no mejoran o empeoran avise a su médico.

¿Cuándo no debe utilizarse?

En caso de alergia a la metformina. Si experimenta algún tipo de reacción alérgica deje de tomar el medicamento y avise inmediatamente a su médico o farmacéutico.
En caso de presentar enfermedades graves del riñón, hígado, pulmón o corazón, infarto de miocardio reciente, deshidratación, infección severa, alcoholismo, malnutrición o acidosis.
Algunos pacientes ancianos o debilitados por presentar una mayor predisposición a desarrollar acidosis (complicación metabólica grave).

¿Puede afectar a otros medicamentos?

Algunos medicamentos que interaccionan con metformina son: anabolizantes hormonales (estanozolol, nandrolona), anticonceptivos hormonales, azúcares (glucosa, fructosa, sacarosa), betabloqueantes (propanolol, acebutolol), cimetidina y antihipertensivos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (captoprilo, enalaprilo).
Informe a su médico o farmacéutico de cualquier otro medicamento que esté tomando.

¿Qué problemas pueden producirse con su empleo?

Los efectos adversos de este medicamento son, en general, poco frecuentes pero importantes. La metformina puede producir nauseas, vómitos, pérdida de apetito y dolor abdominal, especialmente al inicio del tratamiento y de carácter reversible. También puede causar alteraciones del gusto.
Raramente puede producir acidosis láctica (niveles altos de ácido láctico en sangre), que se manifiesta como diarrea, nauseas, respiración rápida, dolor y calambres musculares, debilidad y sueño. Si presenta alguno de estos efectos, consulte a su médico.
La metformina también puede producir otros efectos adversos. Consulte a su médico si advierte algo anormal.

¿Puede utilizarse durante el embarazo o la lactancia?

No se han realizado estudios adecuados con metformina en mujeres embarazadas. No obstante, en pacientes diabéticas, se recomienda controlar los niveles de glucosa en sangre con dieta o con una combinación de dieta e insulina. Es especialmente importante para su salud y la de su bebé que vigile y controle el nivel de azúcar en sangre durante el embarazo.
No se conoce si la metformina pasa a la leche materna en cantidades significativas ni el efecto que podría tener en el lactante. Se recomienda suspender la administración de este medicamento o dejar de dar lactancia materna.

¿Necesita receta médica?

Sí.

¿Cómo se conserva?

Mantener el medicamento en un lugar fresco, sin humedad, lejos de fuentes de calor y luz directa.
No dejar al alcance de los niños.

Nombres Comerciales

Dianben®.
Existen comercializadas formas genéricas de metformina.

Artículo facilitado por:
Clínica Universidad de Navarra

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Comentarios (1)

Miguel Campillo
02 abril 2016 20:23
Favor decirme. Cón que sustituyó la metformina pues soy alérgico y tengo azúcar alta.p

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