Oído: Problemas más frecuentes

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? Vídeo: Así se realizan las pruebas de audición

La sordera es, con frecuencia, el corolario del envejecimiento. Aunque puede revestir numerosas formas, no hay que olvidar nunca que, como factor de aislamiento, puede tener graves consecuencias para la vida social de quien la padece.

La presbiacusia es una forma de sordera ligada a la edad. Es una alteración progresiva de la audición que sobreviene de forma inadvertida. La persona afectada continúa oyendo la mayoría de los sonidos, pero percibe con mayor dificultad los agudos que son, precisamente, los que permiten entender una conversación. Inconscientemente, las personas afectadas recurren a mecanismos de compensación: leen los labios de su interlocutor, reconstruyen las frases a partir del contexto o de alguna palabra que hayan oído, siguen la frase en función del ritmo o del tono... Pero, cuando hay bullicio, o durante una reunión de varias personas, todas estas estrategias son menos eficaces; además, esa gimnasia cerebral resulta agotadora y no es posible ejercitarla continuamente. A veces, la persona se relaja y desconecta.

La presbiacusia es muy frecuente entre las personas que han superado los 65 años, y más aún entre las de edad superior a los 80. Pero a muchas no les preocupa: unas porque no son conscientes de su déficit auditivo, y otras porque piensan que es propio de la edad y que no hay remedio. Además, en ocasiones, tratan con médicos generalistas u otorrinolaringólogos que les reafirman en su idea.

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