Miringotomía y tubos de drenaje en el oido

 La miringotomía con inserción de tubos de drenaje en el oído es una intervención que se realiza principalmente en niños cuando se padecen procesos de otitis media aguda de repetición, o en el caso de que se les acumule moco en los espacios del oído medio, por detrás del tímpano, debido a un mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio.

Dr. Francisco Javier Cervera Paz
Especialista en Otorrinolaringología Colaborador Clínico
Departamento de Otorrinolaringología
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA

¿Qué es?

La miringotomía con inserción de tubos de drenaje en el oído es una intervención que se realiza principalmente en niños cuando se padecen procesos de otitis media aguda de repetición, o en el caso de que se les acumule moco en los espacios del oído medio, por detrás del tímpano, debido a un mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio.

¿Cuándo está indicada?

La operación está indicada en varias circunstancias: si se padecen un número importante de otitis agudas (más de 4 en 6 meses o 6 en 1 año); si el depósito de moco permanece más de tres meses; si aparecen alteraciones anatómicas en la membrana timpánica; o si el paciente presenta una pérdida de audición de intensidad moderada (aunque este tipo de hipoacusia generalmente no afecta al desarrollo del habla ni del lenguaje). El procedimiento tiene como fin restaurar el funcionamiento normal del oído mediante el drenaje del líquido acumulado y la aireación de los espacios del oído medio.

¿Cómo es la intervención?

La cirugía se realiza bajo anestesia general en los niños, o con anestesia local en los adultos. Tras practicar una pequeña incisión en el tímpano (llamada miringotomía), se aspira el moco acumulado en el oído, y luego a través de ella se inserta un pequeño tubo que permite la entrada del aire y la salida del líquido desde el oído medio de manera continua. Si el procedimiento se desarrolla sin complicaciones, puede disminuir también la frecuencia de las infecciones en el oido. El tubo de ventilación consigue un intercambio libre entre el oído externo y el medio, y reemplaza la función de la trompa de Eustaquio hasta que pueda volver a funcionar con normalidad. El tubo elimina la sensación de taponamiento y logra recuperar la audición normal.

¿Cómo es la recuperación?

La persona intervenida no siente la presencia del tubo colocado en el tímpano y puede hacer una vida prácticamente normal, aunque como precaución, se recomienda no sumergir la cabeza en el agua mientras los tubos permanezcan colocados en el oído. El tubo permanece insertado, un tiempo variable, en general entre 6 y 12 meses aunque el tipo de tubo influye en el tiempo de permanencia (hay algunos tubos diseñados para que permanezcan varios años). El tubo puede ser extraído aunque por lo general se prefiere que permanezca hasta que se desprenda de forma natural, por efecto de la cicatrización de la membrana timpánica.

Artículo facilitado por:
Clínica Universidad de Navarra

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