7 claves para vivir más sano
Los alimentos influyen en la capacidad de frenar el envejecimiento.
A pesar de que muchos esperan y desean la jubilación durante años, cuando llega el momento podemos encontrar dificultades de adaptación a los cambios.
Al dejar de trabajar, se suele reducir el nivel de activación y el consumo de energía. Además, con la edad, el cuerpo va sufriendo cambios metabólicos y hormonales (no directamente relacionados con la jubilación, pero sí coincidentes en el tiempo).
El trabajo influye en nuestro estado psicológico. Mientras que, para algunos, dejar de trabajar puede ser una fuente de relajación y bienestar, para otros puede suponer una merma de su autoestima. Aunque la personalidad evoluciona constantemente, un cambio tan grande como la jubilación puede influir en las creencias, los valores, los sentimientos, el estado de ánimo o el humor de las personas. En determinados casos, si la persona no sabe cómo adaptarse, la jubilación puede producir trastornos como ansiedad o depresión.
En nuestra cultura del trabajo, el puesto laboral tiene bastante significación y puede condicionar las relaciones que se establecen.
Será necesario prepararse para los cambios en el entorno familiar: nuevas responsabilidades, cambio de papel, tareas que hay que desempeñar.
No podemos olvidar el cambio de estatus económico, que puede requerir modificaciones o adaptaciones en ciertos hábitos
Trabajo y ocio son dos caras de la misma moneda: la vida. Pero cuando llega la jubilación nos enfrentamos a cuatro peligros que hay que conocer para no caer en ellos.
Literatura, gimnasia, baile, nuevas tecnologías… nunca es tarde para aprender algo nuevo. Tienes tiempo. Solo necesitas ilusión.
No hay persona de mediana edad que no se queje de fallos de memoria, reales o imaginarios. Ello no significa que no haya que tomárselo en serio, pero conviene relativizar las cosas.
Hacer ejercicio es bueno tanto para la mente como para el cuerpo. Estas razones pueden convencer a los escépticos y sedentarios crónicos.
A pesar de que la jubilación suele suponer laboralmente un cambio brusco de la actividad a la inactividad, los expertos consideran que es un proceso continuo, en el que se suceden diferentes etapas.