CARTAS DE UNA DESCONOCIDA (I)

A Julio Iglesias

A Julio Iglesias

Por la presente, espero que te encuentres bien. Hacía mucho tiempo que quería ponerte unas letras, pero la verdad es que me daba bastante vergüenza. Pero ahora que ya tengo una edad, mi hija pequeña me ha convencido de que debía hacerlo. Al fin y al cabo, ¿qué podía perder, que no leyeras mi carta? Me daría pena, eso sí, pero también entendería que no lo hicieras, o que ni siquiera abrieras el sobre, pero me imagino la cantidad de cartas que debes de recibir todos los días, y seguro que no tienes tiempo para leerlas todas.

En realidad, solo quería decirte que he sido una fan tuya -¿ahora se dice «fan», verdad?- desde que te vi por primera vez en el Festival de Benidorm, que en mi casa nos gustaba mucho. Hay que ver lo guapo que estabas con aquel traje negro tan elegante y con esa preciosa camisa blanca con chorreras, y hasta con esa pajarita que te favorecía tanto. Mi madre y yo nos quedamos prendadas cuando empezaste a cantar «La vida sigue igual». Enseguida supimos que ibas a ganar pero, no te creas, aunque no hubieras ganado nos habrías gustado igual.

Bueno, al que también le gustaste mucho fue a mi hijo pequeño, que entonces solo tenía ocho años, porque había nacido en 1960, pero es que era forofo del Real Madrid y, claro, saber que habías sido portero del equipo pues le volvió loco. «¡Qué pena -decía siempre- que tuviera ese accidente de coche porque era muy bueno parando y habría triunfado en el Madrid».

Razón, desde luego, no le faltaba, y también nos daba mucha pena todo lo que te había pasado y la de tiempo que tuviste que estar en el hospital, pero mi madre y yo también pensábamos que si no hubiera pasado aquello, no te hubieras hecho cantante y no habríamos disfrutado escuchándote cantar. Pero, como tú decías en tu canción, «la vida sigue igual». ¡Ah, y qué bonita la película que hiciste que también se llamaba así! Yo creo que fui a verla por lo menos cuatro veces. Ya se veía entonces que ibas a llegar muy alto en esto de la canción, no solo en España, sino también en el extranjero. Y no me equivoqué. Por lo que pudimos leer en los periódicos de aquellos años, también fuiste a un festival en Rumanía, y al de Viña del Mar en Chile y al de San Remo en Italia, que entonces eran muy famosos.

¡Y bueno, lo que ya fue el no va más fue cuando representaste a España en el Festival de Eurovisión cantando «Gwendolyne»! ¡Madre mía, mientras cantabas me puse a llorar como una magdalena de lo emocionada que estaba! Hasta mi marido se lo tomó a mal, porque yo creo que se puso celoso. Pero como yo le dije, «¿es que no me puede gustar un chico cantando tan bien una canción tan bonita?». Pues ni por esas.

Ahora, también debo reconocer que la que se puso algo celosa fui yo cuando me enteré que te casabas en Illescas con una chica filipina que habías conocido hacía poco. Su nombre completo era -lo leí en el «Hola»- María Isabel Preysler Arrastia. Mi hijo el mediano no hacía más que decirme que era hija de Elvis, el del «twist», pero por más que le decía yo que no, seguía creyendo que ese apellido era el mismo que el del famoso cantante. La boda, desde luego, fue impresionante. En el «Hola» venían fotos a todo color, y no paraba de verlas una y otra vez. Lástima que vuestro matrimonio no acabara bien, aunque, eso sí, qué hijos tan guapos tuvisteis.

De aquellos años recuerdo muchas más cosas, sobre todo todas tus canciones, cómo triunfabas en todos los sitios a los que ibas y lo famoso que te hiciste en todo el mundo. Así que podría seguir contándote muchas más cosas sobre tu vida, pero no hay nada que tú no sepas. Tampoco quiero molestarte más, y dejar que sigas ahí tranquilo en la bonita casa que tienes en Miami.

A lo mejor, otro día me animó a escribirte otra carta. Y si has leído esta y te ha gustado, seguro que también lees la otra.

Bueno, y ya acabo. Y que sepas que, aunque ahora te escuchamos menos y vienes poco por España, aún sigo siendo tu fan número uno.

Un saludo, y hasta pronto. ¡Ah!, y dales de mi parte besos a Miranda y a las gemelas, que sé que son tu ojito derecho.

Una fiel admiradora

José Molina

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Comentarios (1)

juan jose
04 junio 2019 18:34
muy buenos recuerdos he acertado las preguntas me gustaria seguir recibiendo noticias tengo 73 años

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