¿Nuestra salud depende de nuestro estado de ánimo?

¿Cuántas personas conoces que han reconducido una enfermedad hacia la sanación o han paliado sus efectos por una actitud positiva? ¿Y lo contrario? Numerosos estudios han demostrado que las emociones y los pensamientos pueden generar reacciones bioquímicas en el cuerpo. Los órganos corporales se comunican directamente con el cerebro y le avisan de sus carencias o necesidades, pero también el cerebro transmite pensamientos y emociones al resto del cuerpo.

Nuestro estado emocional, por tanto, influye en todas nuestras patologías y enfermedades. Si nos enfrentamos a ellas con esperanza y la autoestima alta podemos generar una corriente beneficiosa que redunde en nuestra salud.

Para ello hay que mantener a raya dos grandes enemigos: el estrés, que se relaciona por ejemplo con cardiopatías, y la depresión. Ambos pueden favorecer la precipitación de una enfermedad y agravarla.
El estrés afecta a todos por igual, pero las mujeres lo padecemos con especial fuerza en esta fase de nuestra vida:
- Nos abandonamos: La pérdida de autoestima es habitual si nos encontramos en un estado emocional intenso porque tendemos a perder de vista nuestro autocuidado y nos olvidamos de nosotras mismas, de mimarnos y querernos, lo que puede ser muy peligroso.

- No sabemos resolver algunos trastornos: Como los de suelo pélvico. El estrés empeora mucho las pérdidas de orina. Independientemente de la gravedad del problema, es muy importante mantener una actitud positiva. Debemos procurar mantenernos tranquilas, consultar con un médico e informarnos de por qué ocurre. Así nos daremos cuenta de las opciones que nos permitirán solucionar el problema.
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