5 Trucos de la abuela para pelar un huevo duro

¿Harto/a de que se te rompa o te dejes la mitad por el camino cuando pelas un huevo duro? Eso es porque no sabes este truco de la abuela.

A todos nos ha pasado alguna vez: ponemos a cocer unos huevos duros, esperamos pacientemente, los enfriamos... y al intentar pelarlos, ¡catástrofe! Se rompe la clara, se queda media cáscara pegada, y lo que iba a ser un bonito huevo cocido para ensalada acaba hecho un cuadro abstracto.

La buena noticia es que esto tiene solución. Y como tantas veces, nuestras abuelas ya tenían la clave. Hoy te contamos varios trucos caseros y eficaces para pelar los huevos duros sin esfuerzo, con resultados dignos de cocina de revista.

1. El truco de la abuela con bicarbonato

Este es uno de los métodos más sencillos y eficaces que existen. Solo necesitas un ingrediente que probablemente ya tengas en casa: bicarbonato de sodio.

¿Cómo se hace?

• Antes de cocer los huevos, añade una cucharadita de bicarbonato al agua.
• Cuece los huevos como siempre (unos 10 minutos en agua hirviendo).
• Déjalos enfriar en agua fría unos minutos.
• Verás que la cáscara se desprende con muchísima más facilidad.

¿Por qué funciona?
El bicarbonato aumenta el nivel de alcalinidad del agua, lo que hace que la membrana que hay entre la clara y la cáscara se desprenda mejor. Un gesto simple que cambia por completo el resultado.

2. Dale un golpe (suave)

Otro truco de la abuela consiste en hacer rodar el huevo con suavidad sobre la encimera justo después de enfriarlo.

Cómo hacerlo:

• Saca el huevo del agua fría.
• Colócalo en la encimera y presiónalo ligeramente con la palma de la mano.
• Hazlo rodar hacia adelante y atrás, para que la cáscara se fracture uniformemente.
• Verás cómo luego se separa de la clara casi sola.

3. Sacúdelo en un tarro con agua

Este truco ha ganado popularidad últimamente en redes sociales, pero nuestras abuelas ya lo hacían con una taza o vaso.

¿Cómo funciona?

• Mete el huevo cocido y enfriado en un tarro o vaso con un poco de agua.
• Tápalo con la mano o una tapa.
• Agita durante 5-10 segundos.
• El cascarón se romperá en trocitos y se desprenderá solo al sacarlo.

Es ideal si tienes que pelar varios huevos y quieres ahorrar tiempo.

4. Agua con hielo

Si alguna vez has cocido huevos sin pasarlos después por agua fría, ya sabes lo que puede pasar: se pelan fatal.

¿Por qué?
Al enfriar el huevo de golpe con agua fría o hielo, la clara se contrae ligeramente y se despega de la cáscara, lo que facilita mucho su pelado. Además, se corta la cocción y evitas que se pase de punto.

Consejo de abuela:
Ten siempre un bol con agua y hielo preparado cuando pongas los huevos a hervir. Así, cuando acaben los 10 minutos de cocción, los puedes pasar directamente.

5. Usa huevos "no tan frescos"

Puede sonar raro, pero los huevos demasiado frescos son más difíciles de pelar. Esto se debe a que la membrana entre la cáscara y la clara está más adherida.

Solución:

• Si tienes opción, usa huevos que tengan unos 5-7 días.
• Si los acabas de comprar, déjalos reposar un par de días antes de cocerlos.

Este pequeño detalle puede marcar la diferencia.

6.  No cocines los huevos directamente del frigorífico

Este es otro truco útil: saca los huevos del frigorífico unos 10-15 minutos antes de cocerlos. Al estar a temperatura ambiente, el cambio de temperatura no es tan brusco y la cáscara no se agrieta durante la cocción.

Además, esto también contribuye a que la cáscara se desprenda con mayor facilidad después.

¿Y si ya los cociste y te cuesta pelarlos?

Si has cocido los huevos sin aplicar ninguno de estos trucos y ahora te cuesta pelarlos, aún hay un último recurso:

Truco de emergencia:

• Rompe la cáscara ligeramente por toda la superficie.
• Sumérgelo en agua fría durante 10 minutos.
• Intenta pelarlo bajo el chorro del grifo.
• El agua se colará entre la cáscara y la clara, ayudando a despegarla.

El huevo perfecto está a tu alcance

A partir de ahora, pelar un huevo duro no tiene por qué ser un suplicio. Con estos trucos de la abuela, puedes conseguir huevos perfectamente pelados en segundos, sin que se rompa la clara ni tengas que pelearte con la cáscara.

Recuerda los pasos clave:

• Añadir bicarbonato al agua de cocción.
• Enfriar rápidamente con agua fría o hielo.
• Hacerlo rodar o usar el truco del tarro.
• Usar huevos no demasiado frescos.

Y lo más importante de todo: tener paciencia y no desesperarse. Porque, como bien decían nuestras abuelas, "quien cocina con cariño, todo lo hace mejor".