La cirugía estética: sopesar bien los pros y los contras

¿Cuándo se debe considerar la posibilidad de una operación de cirugía estética?
Si usted se siente verdaderamente acomplejado/a por un doble mentón, unas arrugas demasiado marcadas, unos párpados fatigados o un vientre demasiado prominente, hasta el punto de sentirse desgraciado/a o de no ver nada más que eso cuando se mira en el espejo, es verdad que es una pena no aprovechar las técnicas que hoy en día permiten corregir los pequeños y los grandes defectos que pueden causar la vida y el tiempo. No obstante, se aconseja no empezar demasiado joven. Debe saberse que un lifting no dura eternamente y la piel pierde de nuevo su elasticidad.

¿A quién dirigirse?
Es importante tomarse su tiempo para elegir el cirujano. Una certeza imprescindible: debe estar titulado y tener experiencia. Puede hablarlo en principio con su dermatólogo y él podrá orientarle. También consultar a varios especialistas para tener opiniones y propuestas distintas, y poder ver claramente con quién siente más confianza.

¿Se puede estar seguro del resultado?
No hay milagros, pero sí un buen número de éxitos. Sin embargo, ciertos pacientes se sienten decepcionados después de la operación. De ahí la necesidad absoluta de tomarse todo el tiempo necesario para explicar lo que se quiere y para comprender bien lo que el cirujano podrá hacer y lo que no podrá hacer. También es fundamental conocer qué tipo de posoperatorio habrá (moratones, hinchazones, rojeces, cicatrices, bajas laborales, etc.). Un lifting, por ejemplo, muy a menudo tiene postoperatorios muy dolorosos. Y finalmente, se debe considerar la cirugía estética como una etapa más y no reemplazar la necesidad de cuidados cotidianos.

¿Hay riesgos importantes?
Como en toda operación quirúrgica hay, naturalmente, riesgos. Pero en la operación las malas sorpresas son cada vez más infrecuentes.