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Cómo arreglar un grifo

Cómo arreglar un grifo

Un grifo que gotea o que pierde agua, y deja rastros de cal o de verdín, indica normalmente que la zapata está endurecida por la cal o desgastada y es necesario cambiarla.

¡ATENCIÓN! Lo primero que hay que hacer es impedir la salida del agua, cortando la llave de paso colocada bajo la instalación, si existe. Si no es así, habrá que cerrar la válvula de llegada al contador.

Si el grifo gotea, desmonte el pomo del grifo. La forma de hacerlo depende del tipo de grifo.

  • Grifo de jardín: la manilla no se desmonta. Abra completamente el grifo y desenrosque la cabeza del mismo con una llave inglesa.

  • Grifo con puño enroscado. La plaquita azul o roja sale del pomo, donde suele estar fijada a presión. Después de haberla sacado, se gira la rosca que se encuentra debajo de ella hasta aflojarla completamente. Saque el puño tirando hacia arriba. El cuerpo del grifo está provisto de lados planos que forman una tuerca. Desenrosque todo el conjunto con la ayuda de una llave plana o una llave inglesa. Acuérdese de poner un trapito entre ésta y la tuerca para no estropear el cromado.

  • Grifo con pomo encastrado. No se ven ni roscas ni tuercas. Tire con fuerza del pomo. Monomandos. Son prácticamente imposibles de desmontar sin dañar su funcionamiento. Afortunadamente, están menos sujetos a roturas que los grifos normales. Su mantenimiento se limita a la limpieza regular del pomo y del filtro del que están dotados algunos modelos (y que no obstante, no siempre es fácilmente accesible).

Una vez que el pomo o empuñadura ha sido desmontado, aparece la cabeza del grifo (salvo en los de jardín, que como vimos, tienen la cabeza visible). Desenrosque la cabeza sirviéndose de la llave plana adecuada o de una llave inglesa. Cuidado con los alicates, que pueden dañar los ángulos de la tuerca. Sujete la boca con una mano para no desenroscar todo el grifo. Si se trata de grifo de pomo encastrado, saque primero el tornillo con un destornillador.

En cuanto se haya aflojado un poco la tuerca, acabe de desenroscarlo a mano y haga salir la cabeza del grifo.

La junta o zapata se encuentra en el extremo inferior de la cabeza. Puede ser de una pieza, o bien estar agujereada y fijada en el centro con o sin una tuerca. Haga saltar la juntura con ayuda de un destornillador, después de haber desenroscado y cambiado el tornillo central.

Tenga cuidado de no dañar la zapata al volver a ponerla en su sitio: los bordes del soporte son cortantes. Ajústela a fondo y, si es necesario, apriete la rosca. Si la zapata está hecha de forma que sobresale un poco del soporte, redondee ligeramente los bordes con papel de lija. Ahora ya solo falta volver a montarlo todo. Si se trata de un grifo de jardín, asegúrese antes de nada de que se encuentra en la posición de «abierto». Apriete la cabeza del grifo con una llave, pero sin forzar. Vuelva a poner en su sitio la empuñadura y abra el agua una vez que haya cerrado el grifo.

Puede suceder también que el grifo no gotee, pero que pierda agua, dejando ver, pasado un tiempo, huellas de cal o de verdín. En este caso es preciso cambiar la primera junta que garantiza la impermeabilidad entre la cabeza y el cuerpo del grifo (arandela de goma o teflón).

Texto: Yolanda Boto. Fotos: Macarena Olivares.

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