Cirugía ortognática

Es el procedimiento realizado por Cirujanos Orales y Maxilofaciales para colocar los huesos de la cara y los dientes en su posición óptima cuando éstos se encuentran desplazados o alterados.

¿Qué es la cirugía ortognática?

Es el procedimiento realizado por Cirujanos Orales y Maxilofaciales para colocar los huesos de la cara y los dientes en su posición óptima cuando éstos se encuentran desplazados o alterados. De este modo, se mejora la apariencia de la cara, a la vez que se garantiza que los dientes funcionen de manera correcta y saludable. Se quiere lograr la mejor oclusión en la cara más bonita.

¿Quién es candidato a este tipo de cirugía?

La cirugía ortognática no está dirigida sólo a aquellos pacientes que tienen una deformidad facial importante, sino también a todos aquellos que tienen una forma de morder alterada por una posición inadecuada de los dientes y huesos maxilares que el ortodoncista no puede resolver de forma aislada. Es decir, la cirugía ortognática permite solucionar todos aquellos problemas generados por un crecimiento irregular de los huesos de la cara y que ocasionan problemas en la manera de morder, hablar, dormir y en el aspecto estético.

¿Por qué someterse a esta cirugía?

Hay dos grandes motivos para decidir operarse: el estético, mejorando el aspecto general de la cara y de la sonrisa, y el funcional al lograr así una correcta forma de masticar y ayudar a mantener una buena salud de las piezas dentales, encías y articulaciones temporomandibulares. La cirugía ortognática también se ha mostrado muy eficaz a la hora de resolver otros problemas como la apnea obstructiva del sueño.

La cirugía ortognática en la Clínica

La Clínica Universitaria cuenta con especialistas de gran experiencia en esta área, además de poseer los medios tecnológicos más avanzados para el diagnóstico y planificación de los procedimientos, los cuales permiten realizar un estudio exhaustivo de cada paciente ofreciendo un diagnóstico preciso y el tratamiento más adecuado para cada caso.       

De cada paciente se realiza un estudio radiológico en tres dimensiones, la toma de fotografías digitales y modelos de sus dientes. Toda esta información se digitaliza a fin de poder determinar qué parte de la cara no armoniza con el resto y qué tipo de tratamiento es el más adecuado. Finalmente se establece un plan combinado de ortodoncia y cirugía que, además de proporcionar un aspecto más estético de la cara y la sonrisa, consiga la colocación perfecta de los dientes.

¿Cómo es el proceso?

Antes de la cirugía, es necesario la ortodoncia durante un periodo breve de tiempo, ya que a menudo los dientes están descolocados y no encajarían al posicionar los maxilares en su sitio. Una vez finalizada la ortodoncia, el cirujano maxilofacial colocará los maxilares correctamente en oclusión, lo que mejorará la función oral y la masticación, pero además lo hará en el lugar más idóneo para que la cara y la sonrisa recuperen la armonía según el plan de tratamiento determinado previamente. Los resultados son visibles de forma inmediata. Esta cirugía no deja cicatrices visibles. La mayoría de los pacientes abandonan la Clínica entre 24-72 horas después de la intervención, y pueden volver a su vida normal a los 10-15 días, si bien es cierto que pueden hablar y comer desde el primer día.

¿Cuáles son los problemas más comunes?
Mandíbula pequeña o retrasada
Los dientes inferiores están retrasados con respecto a los superiores, al igual que el mentón. Suele haber problemas en la articulación de la mandíbula y puede haber dificultad para respirar durante el sueño.

Maxilar superior retrasado
Los pómulos están aplanados, los dientes superiores están retrasados y casi no se ven al sonreír.

Maxilar superior alargado
La encía se ve de forma excesiva al sonreír. La cara es alargada, el mentón suele estar retrasado y cuesta trabajo cerrar los labios

Mandíbula grande o adelantada
Los dientes inferiores están adelantados respecto a los superiores, la barbilla está adelantada y las muelas se estropean más de lo normal por el exceso de trabajo.

Mordida abierta
Los dientes superiores e inferiores no contactan al cerrar la boca, dejan un espacio. Hay que forzar los labios para poder cerrarlos y es difícil comer. En casos extremos puede afectarse el habla con problemas para pronunciar algunas letras. Las muelas que sí contactan tienen un exceso de trabajo, por lo que también se estropean antes y suele haber dolor en la articulación de la mandíbula.

Asimetría mandibular
El mentón y los dientes se desvían hacia un lado. De forma inconsciente, el paciente tiende a doblar la cabeza para disimular el defecto, por lo que, en ocasiones, hay dolores en el cuello. También puede haber problemas en la articulación.

Artículo facilitado por:
Clínica Universidad de Navarra

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