REMEDIOS CASEROS

Trucos de la abuela para bajar la tensión alta


Publicado por Patricia Fernández, periodista
Creado: 30 de octubre de 2017 13:42 | Modificado: 8 de mayo de 2025 14:37


Trucos de la abuela para bajar la tensión alta

La hipertensión o tensión alta es un enemigo silencioso. A menudo no da síntomas claros, pero sus consecuencias pueden ser muy graves si no se controla a tiempo. Lo bueno es que, además de seguir el tratamiento médico que corresponda, existen una serie de trucos de la abuela caseros y naturales que pueden ayudarte a mantenerla a raya de forma segura y sin efectos secundarios.

Hoy en día, millones de personas en todo el mundo sufren de hipertensión. Esta afección, especialmente común a partir de los 50 años, consiste en un aumento persistente de la presión con la que la sangre circula por las arterias. Si no se trata, puede desembocar en problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares, fallos renales o pérdida de visión, entre otros.

Por eso, aunque no siempre produzca molestias inmediatas, la tensión alta no debe tomarse a la ligera. Afortunadamente, hay formas sencillas y naturales de ayudar a controlarla desde casa, siempre complementando y no sustituyendo el tratamiento médico.

Trucos naturales para la tensión alta

1. El apio: un aliado natural contra la hipertensión

Entre los trucos de la abuela más efectivos para bajar la tensión está el consumo regular de apio, una verdura modesta, económica y fácil de encontrar. Puede parecer sorprendente, pero diversos estudios respaldan su efecto hipotensor gracias a su alto contenido en compuestos llamados ftálidas, que ayudan a relajar las paredes de los vasos sanguíneos y favorecen la circulación.

¿Cómo incluirlo en tu dieta?

  • En sopas y caldos, junto a otras verduras.
  • En ensaladas crudas, cortado en rodajas finas.
  • En forma de batido con manzana o pepino.
  • Como snack con hummus o queso fresco.
  • O incluso como apios rellenos, una receta que está volviendo a ponerse de moda.

Consumido de forma habitual, en cuestión de semanas o incluso días, muchas personas experimentan una bajada significativa en sus cifras de tensión. Este es uno de esos remedios de toda la vida que siguen funcionando hoy como antes.

2. Respiración profunda y pausada

Un truco gratuito, sencillo y muy potente para reducir la tensión arterial consiste en aprender a respirar de forma lenta y consciente.

Cuando estamos tensos, asustados o estresados, nuestra respiración se vuelve superficial y rápida, lo que favorece una subida de presión. Al respirar de forma profunda, el cuerpo se relaja y el sistema cardiovascular se estabiliza.

Prueba este ejercicio:

  • Siéntate en una silla con la espalda recta.
  • Coloca una mano sobre tu abdomen.
  • Inhala lentamente por la nariz durante 4 segundos, llevando el aire hacia el vientre.
  • Retén el aire durante 2 o 3 segundos.
  • Exhala lentamente por la boca durante al menos 6 segundos.
  • Repite durante 5 a 10 minutos al día.

Este hábito puede reducir significativamente la tensión, sobre todo en personas que sufren picos por estrés o ansiedad.

3. Caminar cada día: el ejercicio más fácil y eficaz

No hace falta apuntarse al gimnasio para reducir la hipertensión. Uno de los mejores remedios es tan simple como caminar 30 minutos al día a paso ligero. Este ejercicio moderado mejora la salud del corazón, fortalece los vasos sanguíneos y ayuda a reducir el colesterol y la tensión.

Consejos prácticos:

  • Si puedes, camina por la naturaleza: parques, senderos, zonas verdes.
  • Escucha música relajante mientras caminas para potenciar los efectos calmantes.
  • No olvides estirar antes y después, sobre todo si llevas tiempo sin hacer ejercicio.

Con constancia, notarás cómo tus valores mejoran y tu cuerpo te lo agradece.

4. Evitar el exceso de sal... sin renunciar al sabor

Uno de los consejos más repetidos por médicos y abuelas es el de reducir el consumo de sal, ya que favorece la retención de líquidos y aumenta la presión arterial.

¿Cómo hacerlo sin que la comida pierda sabor?

  • Utiliza especias naturales como orégano, albahaca, cúrcuma o comino.
  • Añade limón o vinagre para realzar el sabor de carnes y verduras.
  • Cocina con ajo y cebolla, que además son excelentes para el sistema cardiovascular.
  • Evita productos ultraprocesados, que suelen llevar sal oculta en grandes cantidades.

La sal no es mala en pequeñas dosis, pero abusar de ella sí puede tener consecuencias graves si ya tienes la tensión elevada.

5. Infusión de espino blanco o de olivo

Entre los remedios naturales más utilizados por nuestras abuelas para mejorar la circulación y controlar la tensión, destacan algunas plantas medicinales como el espino blanco o las hojas de olivo.

Estas infusiones, tomadas con regularidad, tienen un suave efecto vasodilatador y ayudan a reducir la presión sin los efectos secundarios de muchos fármacos.

Cómo prepararlas:

  • Infusión de espino blanco: una cucharadita por taza de agua, hervir 5 minutos.
  • Infusión de hoja de olivo: se pueden encontrar secas o en bolsitas preparadas. Tomar 1 o 2 al día.

Siempre es recomendable consultar con un médico si estás tomando medicación para la hipertensión, ya que estos remedios pueden potenciar su efecto.

6. Dormir bien

Muchas personas no relacionan el descanso con la tensión, pero lo cierto es que dormir mal eleva los niveles de cortisol, una hormona que puede aumentar la presión arterial de forma sostenida.

Consejos para mejorar el sueño:

  • Cena ligero y al menos dos horas antes de acostarte.
  • Evita pantallas una hora antes de dormir.
  • Usa infusiones relajantes como manzanilla, tila o valeriana.
  • Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días.

Un buen descanso nocturno puede hacer más por tu salud que muchos tratamientos costosos.

7. Beber agua con regularidad

Parece obvio, pero la deshidratación puede aumentar la presión arterial al hacer que el cuerpo retenga sodio. Además, una buena hidratación mejora la función renal, ayuda a eliminar toxinas y favorece el equilibrio general del organismo.

Procura beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, y evita abusar de refrescos azucarados, alcohol o bebidas energéticas, que pueden tener el efecto contrario.

8. Reducir el estrés con hábitos placenteros

Finalmente, uno de los grandes responsables de la tensión alta es el estrés. Cuando vivimos en modo "alerta constante", nuestro cuerpo libera adrenalina y cortisol, sustancias que incrementan la presión arterial.

Incorpora a tu rutina diaria alguna de estas actividades:

  • Pasear sin rumbo.
  • Escuchar música suave.
  • Meditar o practicar yoga.
  • Leer o pintar.
  • Hacer jardinería.

No es solo cuestión de "estar relajado", sino de cultivar estados de calma y disfrute. Los trucos de la abuela no eran solo infusiones: también sabían el valor de tomarse la vida con un poco más de calma.

Cuidar la tensión es cuidarte a ti mismo

La tensión alta puede parecer invisible, pero sus efectos son reales. No se trata de alarmarse, sino de tomar conciencia y actuar. Los trucos de la abuela nos enseñan que, con pequeños gestos diarios, desde cómo comemos hasta cómo respiramos, podemos tener un impacto real en nuestra salud.

Introduce poco a poco estos hábitos en tu vida y observa los cambios. Y recuerda: siempre es importante consultar a tu médico, pero los remedios naturales y caseros pueden ser grandes aliados en tu bienestar cotidiano.

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Comentarios (2)

Fernando
13 mayo 2021 15:59
Es de agradecer estás notas. Cuídese mucho
victor luna
13 diciembre 2017 04:55
soy operado del estomago y la vesicula, esto me genera mucho estreñimiento, como lo puedo solucionar, gracias

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