Trucos de la abuela para conservar la repostería tierna y jugosa

¿Tu repostería se pone dura al día siguiente? Descubre los mejores trucos de la abuela para conservar dulces caseros frescos, tiernos y sabrosos durante varios días.

No hay nada como un bizcocho recién hecho, unas magdalenas esponjosas o unas rosquillas suaves que se deshacen en la boca. El problema es que, muchas veces, lo que no se come en el momento... ¡acaba duro como una piedra al día siguiente! ¿Te suena? Seguro que sí.

La buena noticia es que existen trucos de la abuela caseros que funcionan de maravilla para conservar la repostería tierna y sabrosa durante más tiempo. Y no necesitas ni máquinas de envasado, ni conservantes raros, ni gastar dinero extra. Solo ganas de cuidar lo casero y algún ingrediente que seguro ya tienes por casa.

Trucos para conservar la respostería

1.       Rodajas de manzana para mantener la humedad

Uno de los secretos mejor guardados de nuestras abuelas para conservar la repostería fresca es este:
Coloca unas rodajas de manzana en la misma bandeja donde guardas el dulce.

Sí, como lo lees. Las manzanas desprenden humedad de forma natural, y esa humedad es absorbida por el bizcocho, las magdalenas o el pastel que tienes al lado. De esta forma, el dulce se mantiene blandito, húmedo y apetecible.

Cómo hacerlo:

• Corta una manzana en rodajas finas.
• Coloca 2 o 3 rodajas separadas en la misma bandeja donde guardes los dulces.
• Cubre todo con film transparente, una campana o un tupper hermético.
• Cambia las rodajas de manzana cada 24 horas si vas a conservarlo más de un día.

Este truco va genial para bizcochos, magdalenas, bollos, panecillos dulces o cualquier receta que tienda a resecarse con facilidad.

2.       Conserva en lugar fresco y seco (pero no en la nevera)

Muchas veces cometemos el error de meter los dulces en la nevera pensando que así aguantarán más. Y no siempre es buena idea.

El frío reseca los dulces, sobre todo si llevan harina o mantequilla. Además, la humedad del frigorífico puede alterar su textura o hacer que se empapen si están en contacto con recipientes mal cerrados.

¿Qué hacer entonces?

• Guarda los dulces en un lugar fresco y seco, como una despensa o armario cerrado.
• Usa recipientes herméticos o envuélvelos bien en film alimentario.
• Si es verano o hace calor en casa, entonces sí conviene refrigerar, pero siempre envueltos herméticamente.

3.       Pan de molde para evitar que se endurezcan

Este truco casero es primo hermano del de la manzana.
Coloca un trozo de pan de molde junto a tus dulces caseros.

¿Para qué? Para que el pan absorba la humedad del aire y la libere lentamente, manteniendo el ambiente ideal dentro del recipiente donde guardes tus pasteles.

Sirve para conservar:

• Galletas blanditas
• Magdalenas
• Bizcochos
• Donuts caseros

Truco adicional: si el pan de molde se ha endurecido, cámbialo por otro cada 24 horas.

4.       Envoltura individual con papel film o de aluminio

Otra técnica que funciona de maravilla (sobre todo si haces mucha cantidad y quieres conservar parte) es envolver cada pieza por separado.

Por ejemplo:

• Magdalenas, muffins, porciones de bizcocho o rosquillas
• Envuélvelas una a una en film transparente o papel de aluminio
• Guárdalas en un recipiente cerrado

Esto evita el contacto con el aire y la deshidratación del dulce, además de impedir que cojan olores del ambiente.

5.       Congelar, sí... pero con mimo

Si has hecho un bizcocho enorme o una bandeja entera de bollería casera, quizá quieras conservar una parte para otro día. En ese caso, la congelación es tu aliada.

¿Cómo hacerlo bien?

• Espera a que los dulces estén completamente fríos.
• Envuélvelos en film transparente y luego en una capa de papel de aluminio.
• Mételos en bolsas de congelación o tuppers.
• Etiqueta con la fecha.
• Para descongelar: saca el dulce y deja a temperatura ambiente durante varias horas. También puedes darle un toque de horno para que recupere textura.

Importante: Nunca congeles dulces con rellenos muy húmedos o coberturas delicadas, como merengue o nata montada.

6.       ¿Y si ya se ha puesto duro?

No todo está perdido. Si tu bizcocho o magdalenas ya están algo resecos, puedes devolverles la vida con estos trucos de la abuela:

• En el microondas: envuelve el dulce en papel de cocina ligeramente húmedo y caliéntalo durante 10-15 segundos. Recupera humedad y vuelve a estar apetecible.
• En el horno: rocía un poco de agua sobre la superficie y hornea 5 minutos a temperatura media. El dulce se rehidrata y recupera parte de su textura.

No es como recién hecho... pero casi.

7.       Perfuma tus dulces con canela o vainilla

Si quieres que tu bandeja de dulces conserve ese olor irresistible a repostería casera, puedes hacer lo siguiente:

• Mete un palito de canela en el recipiente donde guardas las galletas.
• O añade una vaina de vainilla abierta (aunque sea usada).
• También funciona una bolsita de té de vainilla o especias dulces.

No solo ayuda a conservar el aroma, sino que evita que los dulces cojan olores extraños del entorno.

Dulces como recién hechos

Los trucos de la abuela no fallan. Están basados en el sentido común y en muchas generaciones de experiencia en la cocina. Ya sea con una manzana, un trozo de pan o papel film, puedes conseguir que tu repostería casera dure más tiempo esponjosa, tierna y deliciosa.

Porque lo hecho en casa sabe mejor, y si lo cuidamos como toca, también dura más sin perder calidad. Así que ya sabes: la próxima vez que hornees algo rico, pon en práctica estos trucos... y disfruta hasta el último bocado.