7 claves para vivir más sano
Los alimentos influyen en la capacidad de frenar el envejecimiento.
La salud es la base del bienestar. Sigue los ocho consejos clave para cuidarte de verdad.
Busca alimentos que contengan antioxidantes (en frutas y verduras de colores intensos y frutos secos), fotoquímicos (frutas, verduras, cereales y legumbres), fibra (frutas, verduras, avena, legumbres, cereales), calcio (en las verduras de hoja verde y los productos lácteos).
El chocolate, ese oscuro y dulce objeto de deseo, esconde beneficios insospechados, tanto para la mente como para el cuerpo.
Es cierto que, a medida que se cumplen años, el organismo va necesitando menos horas de descanso nocturno. Sin embargo, los expertos señalan que esa realidad no justifica los trastornos del sueño. El insomnio puede ser síntoma de diversos trastornos. O, simplemente, puede deberse a malos hábitos.
Es el mejor de los ejercicios. Un paseo de más de media hora, a un paso de entre 5 km/h y 7 km/h, varias veces por semana, reduce a la larga el riesgo de infarto, diabetes, osteoporosis, artritis, hipertensión e incluso depresión. ¡Y nunca es tarde para empezar!
Una carcajada mejora la respiración y la circulación, facilita la digestión, reduce la hipertensión y ayuda a dormir mejor.
Las ventajas de abandonar el tabaco son innumerables... y se notan pronto. Está demostrado que a los 3 ó 4 días ya se tiene una mayor capacidad para hacer ejercicio físico. A las 2 ó 3 semanas se ha recuperado una buena parte del sentido del gusto y del olfato y al cabo de un mes ya hay una mejoría respiratoria, que se hace mucho más notable después de un año. Cinco años sin fumar reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares al mismo nivel que una persona que nunca fumó. A los 10 ó 15 años las posibilidades de tener cáncer también se equiparan a las de un no fumador.
Olvidarte de algo les normal, pero debes ejercitar tu memoria. Y es que la memoria es como un músculo: se desarrolla con la actividad.
Sol, playa, bronceado... parece imposible decir no. Pero todo depende. Sol sí, pero con precaución. Evita riesgos y aplícate los protectores que más le convengan a tu tipo de piel.
Hacer ejercicio es bueno tanto para la mente como para el cuerpo. Estas razones pueden convencer a los escépticos y sedentarios crónicos.
No somos todos iguales ante la enfermedad. La edad, el estilo de vida, la alimentación, los antecedentes familiares de cada cual... repercuten directamente en el estado de salud.
Una carcajada mejora la respiración y la circulación, facilita la digestión, reduce la hipertensión y ayuda a dormir mejor.
Cualquier ejercicio no vale. No es igual que te duela la espalda o que necesites rehabilitación para tu problema cardiaco.