Airbnb, una empresa comprometida con la Silver Economy y el envejecimiento activo

Los mayores de ahora ya no dudan en adaptar su estilo de vida al de sus hijos o nietos, y Airbnb es un buen ejemplo de ello: más del 15% de los anfitriones franceses de la plataforma tienen más de 60 años. Esto significa que, a diario, se conectan a Airbnb, validan las reservas y reciben viajeros de todo el mundo. Al hacerlo, aumentan su poder adquisitivo, pudiendo realizar mayores proyectos y, sobre todo, viajar, al mismo tiempo que desarrollan vínculos sociales.

La compañía Airbnb, comprometida con la Silver Economy

En 2017, más de 51.000 mayores de 60 años ofrecieron alojamiento en Airbnb. Al mismo tiempo, más de 737,000 personas mayores francesas viajaron con Airbnb. De hecho, en los dos últimos años el número de anfitriones sénior se ha triplicado y ya son el 15% en Francia. Además los huéspedes de 60 años en adelante también son los mejores anfitriones de Airbnb: el 81% de ellos recibió la calificación máxima de cinco estrellas.

Eso sí, las personas mayores que ofrecen alojamiento en Airbnb son bastante jóvenes (66 años en promedio). El 82% de los huéspedes sénior tienen entre 60 y 69 años, pero el número de los mayores se ha cuadruplicado desde 2015, lo que destaca el interés de Airbnb por parte de este grupo de edad.

En cuanto al "retrato típico", son en su mayoría mujeres. Un tercio de ellos vive solo y más de un cuarto ofrece una habitación en su hogar.

Airbnb, un complemento a la jubilación

En 2017, los anfitriones sénior en Airbnb obtuvieron un ingreso promedio bruto de € 3.839 por un total de 37 noches alquiladas. Los ingresos generados por Airbnb corresponden a un complemento anual a las pensiones de 3.376 euros, después de impuestos y contribuciones a la seguridad social. Esta suma representa el 16% del gasto de consumo de un sénior (€ 21.300 por año), siete veces el gasto promedio en salud (sin incluir seguros, € 480 por año) y un aumento neto en el poder adquisitivo del 7% de media.