Salud ginecológica después de la menopausia

Aunque ya no haya regla, las visitas al ginecólogo no deben desaparecer, al contrario, se recomienda no reducir la frecuencia de las revisiones, ya que permiten estar más atentas a los cambios que experimenta el cuerpo y, sobre todo, conocer qué opciones existen para aliviar los síntomas propios de esta etapa.

Pero ¿por qué es importante seguir contando con un buen servicio ginecológico adaptado a la menopausia a partir de los 50 años de edad?

 Síntomas de la menopausia y cómo gestionarlos

Los síntomas de la menopausia pueden ser tan molestos que llegan a afectar la calidad de vida de las mujeres: sofocos, alteraciones del sueño, cambios de ánimo e irritabilidad son sólo algunos de los desafíos que muchas mujeres enfrentan. Aquí es donde entra en juego la importancia de las revisiones ginecológicas a partir de los 50, donde el especialista puede recomendar un tratamiento para tratar estos síntomas.

En una revisión periódica en nuestra clínica ginecológica también nos pueden aconsejar tratamientos innovadores, como el láser CO? vaginal o el tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP), siempre teniendo en cuenta nuestro historial médico y preferencias personales. Estas soluciones son especialmente eficaces para combatir la sequedad, mejorar el tono vaginal y recuperar el confort íntimo.

Además, ir al ginecólogo con regularidad nos permite controlar la evolución de los síntomas y la efectividad de los tratamientos.

¿Qué riesgos para la salud tiene asociados la menopausia?

El cuerpo también puede volverse más vulnerable a problemas como la osteoporosis, la sequedad vaginal o la incontinencia urinaria. Incluso aumentan las probabilidades de desarrollar algunos tipos de cáncer.

Estos riesgos están directamente relacionados con el descenso de los niveles de estrógenos, una hormona clave en el equilibrio del organismo femenino.

Su disminución afecta tanto a la densidad ósea (favoreciendo la aparición de fracturas) como a la lubricación y elasticidad vaginal. Al disminuirse es cuando aparecen molestias e infecciones, se debilitan los tejidos del suelo pélvico y se incrementan los episodios de escapes de orina.

Por eso, es clave no descuidar las revisiones. Detectar a tiempo cualquier alteración es el primer paso para tratarla bien y prevenir complicaciones mayores.

¿Con qué frecuencia se recomienda acudir al ginecólogo durante la menopausia?

Acudir a revisiones ginecológicas a partir de los 50 cada 6 o 12 meses se convierte en nuestra mejor arma para controlar los altibajos hormonales o fisiológicos, en general. Así, guiados por especialistas, podremos conocer las opciones más efectivas para mejorar los efectos de la menopausia. La ayuda de un ginecólogo durante la menopausia va más allá de identificar en qué fase nos encontramos (perimenopausia, menopausia o posmenopausia); nos ofrece orientación adaptada a nuestras necesidades específicas para vivir este periodo con mejor calidad de vida.

Con lo que podemos controlar y disminuir los riesgos para la salud asociados a la menopausia.

Menopausia y vida saludable: la mejor combinación

Junto a las visitas periódicas al ginecólogo, adoptar hábitos de vida saludables marca una gran diferencia. Mantener un peso adecuado, seguir una dieta rica en calcio y vitamina D, y hacer ejercicio con regularidad son pilares fundamentales para mantener la salud durante esta etapa.

Contar con el respaldo de nuestro ginecólogo con las revisiones ginecológicas a partir de los 50, incluye asesoramiento sobre estos hábitos saludables, proporcionándonos recomendaciones específicas según nuestra condición física y necesidades particulares.

La menopausia no tiene por qué afectar a tu calidad de vida. Con el acompañamiento adecuado y cuidando de nuestra salud de forma activa, puedes disfrutar plenamente de esta nueva etapa de la vida.