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Cuidado con pasarte con la crema. Los peligros de hidratar en exceso la piel madura


Publicado por Patricia Fernández, periodista
Creado: 4 de junio de 2025 10:40 | Modificado: 4 de junio de 2025 10:50


Cuidado con pasarte con la crema. Los peligros de hidratar en exceso la piel madura

En invierno o con la edad, hidratar la piel parece una obligación. Pero ¿sabías que pasarte con la crema hidratante puede ser tan perjudicial como no usarla? Expertos dermatólogos advierten que el exceso de hidratación puede debilitar la piel. Te contamos por qué conviene aplicarla con cabeza.

¿Más es mejor? No siempre, al menos en cosmética

En el mundo del cuidado personal, pocos productos generan tanto consenso como la crema hidratante. Es ese gesto diario que nos parece casi terapéutico: aplicar, masajear, dejar que penetre... Pero como ocurre con muchas buenas costumbres, si se convierten en excesos, dejan de ser tan beneficiosas.

En el caso de las personas mayores, que ya presentan una piel más delicada y con menor capacidad de regeneración, abusar de la crema hidratante puede ser, paradójicamente, contraproducente. Lo afirma el dermatólogo Alex Docampo, que se ha hecho viral por advertir sobre el efecto rebote que puede provocar este hábito tan extendido.

La piel también necesita respirar

A medida que envejecemos, nuestra piel pierde elasticidad, se vuelve más seca y más fina. Es lógico pensar que aplicar más crema solucionará estos problemas. Pero no. La piel es un órgano vivo que respira, y si la sobrecargamos constantemente de productos, puede saturarse, obstruir sus poros y volverse más sensible.

Según Docampo, una hidratación excesiva favorece el crecimiento del ácaro demodex, un microorganismo presente en todos nosotros, pero que en exceso puede provocar sensibilidad, irritación e incluso patologías como rosácea. En su opinión, el tamaño adecuado de crema facial debería estar entre un guisante y una avellana. Ni más, ni menos.

¿Qué ocurre si nos pasamos con la hidratación?

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Los efectos de aplicar más crema de la necesaria pueden notarse a medio plazo, especialmente en pieles maduras. Te resumimos los principales:

  • Piel escamosa e irritada: sí, justo lo contrario a lo que se busca. El exceso de crema puede desequilibrar el proceso natural de reparación de la piel.
  • Aparición de acné: aunque parezca raro, las cremas muy densas pueden fomentar brotes en pieles secas si se aplican sin criterio.
  • Sequedad crónica: al bloquear la barrera cutánea con una capa artificial constante, impedimos que la piel produzca su propia hidratación natural.
  • Poros obstruidos y menos oxigenación: el exceso de crema puede formar una película que retiene residuos, suciedad y grasa.
  • Piel perezosa: como si de un músculo poco trabajado se tratara, una piel sobrehidratada puede dejar de producir sus propios lípidos y humectantes naturales, volviéndose dependiente de productos externos.

Un estudio del British Journal of Dermatology observó que, tras varias semanas aplicando crema en un solo brazo, ese brazo terminó más seco que el que no fue tratado. ¿La conclusión? La piel también necesita "aprender" a hidratarse sola.

¿Qué hacer entonces? Consejos realistas para una piel sana

En lugar de aumentar las capas de crema, lo ideal es optimizar su uso y adaptarlo a las condiciones reales: tipo de piel, estación del año, humedad ambiental y edad.

La Asociación Española de Dermatología y Venerología (AEDV) recomienda que la hidratación se realice una o dos veces al día solo si existe una dermatosis. Es decir, no es necesario aplicarla mañana y noche por sistema, especialmente si nuestra piel no lo está pidiendo.

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Por su parte, la Asociación Americana de Dermatología (AAD) propone algunas buenas prácticas:

  • Aplica la crema después de la ducha, cuando la piel está ligeramente húmeda y puede absorber mejor los ingredientes.
  • No esperes a que la piel esté escamada o agrietada para actuar. Anticiparse es clave.
  • Escoge una crema adecuada a tu tipo de piel: seca, mixta, grasa o sensible. Una fórmula genérica no sirve para todos.
  • Prioriza cremas con ingredientes activos como glicerina, ácido hialurónico o aceite mineral.
  • Evita fórmulas demasiado densas si tu piel no las necesita: mejor que se absorba rápido a que permanezca pegajosa durante horas.

El caso de las cremas antiarrugas

Otro aspecto importante, especialmente entre personas mayores que buscan soluciones para las arrugas, son las cremas "antiage". Aquí, los dermatólogos también lanzan una advertencia: no te fíes de los productos milagro que prometen juventud eterna sin principios activos eficaces.

Muchos cosméticos de lujo contienen ingredientes "exóticos" como extracto de caviar o flores raras... pero carecen de activos con respaldo científico, como la vitamina C, el retinol o los péptidos. Por eso, antes de dejarte llevar por el envase o el precio, consulta con un profesional y busca ingredientes con evidencia dermatológica.

El sol, otro gran enemigo, incluso en invierno

No podemos hablar de piel madura sin mencionar al sol. Una exposición excesiva y voluntaria al sol no solo arruga la piel, sino que incrementa el riesgo de cáncer cutáneo. Y, mucho cuidado con los remedios caseros, como el limón para las manchas, porque, en contacto con el sol, puede producir inflamación y más pigmentación.

La protección solar debe formar parte del cuidado diario, al igual que la limpieza e hidratación. Y más en edades avanzadas, donde la capacidad de regeneración de la piel es menor.

¿Y si tengo acné o rosácea?

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En estos casos, más que nunca, hay que acudir al dermatólogo. Las cremas de venta libre no son suficientes para tratar afecciones graves. El acné adulto o la rosácea requieren un diagnóstico preciso y, probablemente, un tratamiento médico que vaya más allá de lo cosmético.

Menos es más, también en cosmética

El gesto de cuidarse la piel es positivo y necesario, especialmente en la madurez. Pero como todo en salud, requiere mesura. No hace falta vivir embadurnados en crema las 24 horas. Escucha a tu piel, obsérvala y adapta tus hábitos a sus necesidades reales. Hidratar sí, pero con cabeza.

El mejor cuidado empieza por conocer tu piel, tratarla con mimo y no saturarla.

Bibliografía y fuentes consultadas

  • Asociación Española de Dermatología y Venerología (AEDV). "Recomendaciones sobre hidratación cutánea".
  • American Academy of Dermatology (AAD). "Moisturizing tips for healthy skin".
  • British Journal of Dermatology. "Effects of overmoisturizing on healthy skin barrier function".
  • Alex Docampo, dermatólogo
  • Revista Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, artículos sobre hidratación y función barrera.
  • National Institute on Aging (NIH). "Skin Care and Aging".

 

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