¿Qué es la gota? ¿Cómo sé si la padezco?

La gota existe y es frecuente. La gota se caracteriza por la hiperuricemia (tener elevado el ácido úrico en la sangre) y la inflamación recurrente de una o varias articulaciones (es una artritis) por el depósito de cristales de urato sódico (lo que nos sobra en la sangre) en la misma.

La gota se produce en pacientes con el ácido úrico elevado que tienen otros factores que hacen que se deposite este en las articulaciones. Sin embargo, la elevación del ácido úrico sin gota tampoco es buena ya que se asocia a problemas cardiovasculares importantes. Así, tanto la elevación de ácido úrico como la gota se asocian a problemas como la ingesta elevada de proteínas animales, la toma de alcohol, la hipertensión, la toma de diuréticos, la obesidad, el colesterol alto en la sangre y la enfermedad cardiovascular.

Aunque es una enfermedad conocida desde hace muchos años, su diagnóstico no es sencillo y necesita de un buen médico que identifique la inflamación articular y busque activamente la causa de la misma.
El tratamiento de la gota pasa por el manejo del dolor cuando se inflama la articulación (antiinflamatorios como el naproxeno, los corticoides y colchicina) y medidas que disminuyan el ácido úrico (adelgazar, dejar el alcohol, cambiar la dieta y el tratamiento continuado con fármacos como el alopurinol o el febuxostat).