ACCESIBILIDAD A LOS CUIDADOS DE SALUD

Es bien conocida la correlación positiva que existe entre riqueza y gasto sanitario. Constituye una paradoja que la causa principal del crecimiento del gasto sanitario no sea simplemente la mala salud. Sin duda en África hay más problemas de salud que en Europa o Estados Unidos, pero son pobres, no hay gasto sanitario relevante. Cuando un país se desarrolla rápidamente los gastos sanitarios se disparan, crecen más deprisa que el PIB, como pasa en China o Brasil (y tenemos más cerca España hasta la crisis). La riqueza, la educación, la mejor información fomentan las expectativas de mejor salud y existen los recursos financieros para satisfacerlas. Por el contrario cuando un país como la URSS se desintegra, hasta la esperanza de vida se desploma. Esperemos que la crisis económica española actual rompa este paralelismo con medidas inteligentes en la gestión de la salud.

Directamente ligado a este efecto riqueza, la fácil accesibilidad a los cuidados de salud es otro de los factores de la aceleración del gasto sanitario. Se considera que estos dos factores son aún más importantes en dicha aceleración que el avance tecnológico de la medicina o el envejecimiento de la población (que naturalmente también están relacionados con el aumento del nivel de vida).

El fácil acceso a los cuidados de salud tiene su paradigma en la facilitación de las prestaciones y servicios sanitarios a inmigrantes ilegales y sus familias y a ciudadanos comunitarios, aunque estos últimos sí tienen título legal para el acceso, pero con condiciones y cobro de los servicios a nuestros colegas europeos.

Somos solidarios, pero si no tenemos suficiente capacidad para financiar los gastos a nuestros ciudadanos y a los inmigrantes que trabajan legalmente en España, mucho menos podremos dar barra libre al resto del planeta. Por razones humanitarias nunca se negará la asistencia urgente a cualquier persona que lo necesite, pero lo que falla es que se permita la existencia de inmigrantes ilegales en España, a quienes se les conceda con facilidad el empadronamiento y que esto sea causa suficiente para acceder a las prestaciones gratuitas de salud. Todos conocemos casos del efecto llamada.

Pero lo realmente indignante es que durante años se haya consentido, por desidia de autoridades irresponsables, perdonar el cobro de cientos de millones de euros a ciudadanos europeos que se han aprovechado de coladeros permitidos apáticamente en nuestra legislación o de la incuria de nuestros gestores públicos.
Aquí no estamos hablando de "recortes" de gasto sanitario. Estas medidas son solamente ejemplos de una elemental gestión correcta de nuestros recursos escasos y debemos aplaudir las medidas...