ACERCA DE UN SUPUESTO PROBLEMA DE MANTAS EN UN HOSPITAL

Frente al revuelo organizado en su momento con la frase de Candela Peña de que no había mantas para tapar (a su padre, que falleció en el hospital) y que le teníamos que llevar el agua, la respuesta institucional del sistema aparentemente se ha reducido al rechazo manifestado por el gerente y a la afirmación de que no había reclamación por escrito alguna.

No se ha publicado que se haya abierto un expediente para conocer exactamente la situación y exigir responsabilidades por fallos de funcionamiento o por manifestaciones falsas. Si se ha hecho, los fallos son obviamente de comunicación en relación con un asunto relativamente menor, pero que impacta tremendamente en la población.

No podemos quitarnos de la cabeza los gravísimos sucesos del Hospital de Stafford entre 2005 y 2009. Ciertamente nada comparable con lo que hoy hablamos, pero es significativo el informe Francis: Los responsables fallaron al abordar una negativa cultura que incluía la tolerancia de pobres estándares... Necesitamos un estilo de liderazgo de las enfermeras jefe que signifique que las prácticas de baja calidad no sean toleradas y sean expulsadas de las salas de hospital. De esta forma está claro que se evitará escalar a los graves incidentes de Strafford.

Personalmente no creo que aquí haya caso, pero la mujer del César no solo debe serlo, sino también parecerlo. Hay que publicitar la buena praxis después de demostrada y perseguir la difamación si se produce.