OPTIMISMO Y SALUD

El pesimismo se extiende por nuestra sociedad, ante la crítica situación actual. Necesitamos un rearme psicológico, porque es clave para la salud y un buen envejecimiento.

Las personas optimistas tienden a tener mejor humor, obtener más éxitos y consiguen un mejor estado de salud (Seligman).

En un estudio realizado en Harvard se demostró que los licenciados catalogados como más pesimistas en el año 1946 eran en el año 1980 los menos sanos físicamente (Petersen).

En un famoso estudio realizado en Ohio desde 1975 a 2002 se demostró que aquellos que tenían una imagen más positiva del envejecimiento, que eran más optimistas en suma, vivían un promedio de 7 años y medio más que los que no esperaban nada de la vejez. Esta imagen positiva de uno mismo, como de la vejez en general, es un mayor predictor de la tasa de supervivencia que la hipertensión o el exceso de colesterol.

Por último, estudios realizados en Cuba con centenarios demuestran que estos, en su mayoría, han sido optimistas, alegres, comunicativos y han sabido enfrentarse con éxito a los problemas de la vida.

Merece la pena afrontar con optimismo los problemas de nuestra sociedad actual, en vez de hundirnos en una mera crítica pesimista.