Blog de Dolors Colom Masfret. Plusesmas.com

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Directora Científica del Master Universitario de Trabajo Social Sanitario. Estudios de Ciencias de la Salud. Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Profesora asociada del Grado de Trabajo Social. Universidad de Barcelona (UB). Directora de la revista Agathos, atención sociosanitaria y bienestar.

Los tiempos del alma, 'American Pie' de Don McLean y 'Without You' de Harry Nilsson

miércoles, 29 de abril de 2015

El tiempo del alma no pasa, se hace grande, nos abraza por dentro su remolino y confundidos creemos que ha pasado, cuando en realidad se ha instalado en nosotros, discretamente.

Cómo explicar si no sensaciones que reaparecen de la nada, pero que son nuestras, para llevarnos camino de regreso a otros días, días pasados y días por pasar. Pasados pero no idos porque siguen reverberando en nuestro interior como la primera vez.  Regresamos a antaño con la facilidad que pasamos de una calle a la otra pero con la diferencia de que sabemos con quién nos encontramos, qué nos deparaba la incertidumbre del provenir que vino para quedarse. Con parte del camino recorrido nos reunimos con aquellas mariposas que revoloteaban por la boca del estómago. Eternas y que a pesar de los años, siguen revoloteando. La música es una de esas milagrosas hadas que transforma el presente en pasado y el futuro en el campo de todas las posibilidades. 

Recuerdo en plena adolescencia, un día del año 1971 escuché por primera vez una canción que me conmocionó, me atrapó, me pareció sublime. En ella se encerraba algo que yo no alcanzaba a descubrir, pero me emocionaba, era «American Pie» de Don McLean. Desde la primera vez que la escuché nunca perdí ocasión de soltarla en el aire de la cafetería-granja en la que los sábados por la tarde nos reuníamos las amigas para discutir sobre todo de los chicos que estaban por llegar, lo que habían hecho, lo que no, comentar algo de lo que nos habíamos enterado. Solo cuando ellos asomaban por la puerta la conversación se interrumpía de golpe dando lugar a los saludos iniciales, miradas cómplices, tropiezos intencionados, todo acompañado del caos habitual para lograr sentarnos al lado de quien, en secreto, deseábamos. Desde la máquina de música la voz de terciopelo de Don McLean nos acompañaba mezclando su secreto con los nuestros y con los de otra gran voz, la de Harry Nilsson que con su «Without You»  nos dejaba en carne viva. 

De adolescente nunca pude comprarme el LP de Don McLean, no recuerdo los motivos, pero se convirtió en un imposible. Pasaron los años y en 1999 la película «American Pie» puso de nuevo a caminar aquellas mariposas liberadas casi veinticinco años antes. Recuerdo que fui a una tienda de música de Barcelona y pegunté por el CD. El joven del mostrador me servía la película pero yo quería el CD original de McLean, no sabía de qué le hablaba, le expliqué que muchos años atrás... finalmente conseguí ese pequeño tesoro que me permitía instalarme en aquella adolescencia alejada y rebuscar por las emociones antiguas. Pero, además, descubrí la triste historia que inspiro la canción, lo que McLean su autor, quiso con ella, homenajear a tres jóvenes,  Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper, tres estrellas del rock, que el 3 de febrero del año 1959, entre concierto y concierto, murieron en un accidente de avioneta. Ese día que quedó apostillado para los melómanos como «El día que la música murió».

Hace pocos días, en la Universidad de Barcelona, uno de esos días en que las entregas superan a los alumnos y acabamos siendo cuatro en la clase, estábamos hablando de la muerte que nos puede sobrevenir en cualquier momento, a cualquier edad, sin duda estoy escribiendo un tópico, pero fue el punto de partida para recordarles a aquellos jóvenes que otros jóvenes como ellos en 1958 encontraron la muerte y que McLean les rindió tributo. Hablamos de nuevo de esa especial canción «American Pie»  y pude explicarles que para que Madonna la pudiera cantar en el 2000, muchos años antes Don McLean la había tenido que componer y así, pude sembrar en ellos el interés y la curiosidad, también el respeto, por los orígenes de todo aquello que nos nutria. 

Dolors Colom Masfret
Directora Científica del Master Universitario de Trabajo Social Sanitario. Estudios de Ciencias de la Salud. Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

Directora de la revista Agathos, atención sociosanitaria y bienestar  

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