Ciudades amigables con las personas mayores

Ciudades amigables con las personas mayores

Entrar en un establecimiento y no sentirte diferente o discriminado por razón de edad, no tener que pensar qué línea de autobuses o de metro está adaptada a posibles disfunciones sensoriales o funcionales, participar activamente en la vida social y política del entorno, poder recibir un trato individualizado y personalizado por ser una persona, no por ser mayor… De esto, entre otras muchos aspectos consiste el vivir en una ciudad que cuente con entornos, servicios, organismos y establecimientos amigables con los mayores, así como con otros colectivos. Este tipo de buen trato está dentro de los aspectos a cumplir si una ciudad quiere formar parte de la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores.

La OMS considera que el envejecimiento activo constituye un proceso que dura toda la vida y es afectado por varios factores que, por sí solos y en conjunto, favorecen la salud, la participación y la seguridad en la vida de los adultos mayores. Una ciudad amigable con los mayores alienta el envejecimiento activo mediante la optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen.

En 2002, la OMS publicó El envejecimiento activo: un marco de políticas. Las ciudades amigables con los mayores: una guía basada en este marco.  La Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores estaba constituida inicialmente por 35 ciudades pertenecientes a 22 países de todos los continentes y a partir de ahí todo ha ido en aumento.

Vitoria Gasteiz, Pamplona, Madrid, Vigo, Sevilla, Castellón, Ciudad Real y muchas otras ciudades se han apuntado a esta red de ciudades amigables a nivel mundial cuya misión es, una vez que se solicita, estimular y favorecer que las ciudades y comunidades de todo el mundo sean cada vez más amigables con las personas mayores, y lo hace a través de lo siguiente:

  • Inspirar el cambio, mostrando lo que se puede hacer y cómo se puede hacer.
  • Conectar ciudades y comunidades en todo el mundo para facilitar el intercambio de información, conocimiento y experiencia.
  • Apoyar a las ciudades y comunidades para encontrar soluciones innovadoras y basadas en la evidencia.

Una ciudad amigable con las personas mayores se puede entender como un "entorno urbano inclusivo y accesible que promueve el envejecimiento activo" (BUFFEL ET AL., 2016).

¿Pero, en base a qué se considera que una ciudad debe trabajar para realmente cumplir una serie de objetivos?

Se basa fundamentalmente en  ocho criterios que tienen que implantarse y revisarse de forma continua para que sea efectiva y se pueda hablar con orgullo de nuestras ciudades:

  1. Espacios al aire libre y edificios. Accesibilidad del espacio urbano (calles, parques y jardines, mobiliario urbano, sistemas de orientación basados en tecnología y productos de apoyo). Accesibilidad en los edificios públicos o de concurrencia pública. Señalización en el espacio urbano y edificación.
  2. Transporte. Accesibilidad de las infraestructuras del transporte (paradas de autobús y taxi, estaciones de autobuses, plazas de aparcamiento reservado y aparcamientos públicos). Señalización. Accesibilidad en material explicativo sobre transporte: mapas, carteles, etc. Accesibilidad en vehículos (autobús, taxi, etc.).
  3.  Vivienda. Condiciones de accesibilidad y opción a vivienda adaptada.
  4. Respeto e inclusión social. Adecuación en el uso del lenguaje e imágenes referidos a las personas mayores en documentos y materiales.
  5. Participación social. Accesibilidad de los espacios donde se desarrollen actividades.  Señalización en eventos.  Accesibilidad en documentos dirigidos al ciudadano.  Accesibilidad e la dotación de los espacios (mobiliario, productos para el ocio, etc).
  6. Comunicación e información. Accesibilidad en la información (oral y escrita) a través de texto o imagen.  Accesibilidad de los dispositivos electrónicos (cajeros automáticos, máquinas expendedoras, etc). Conocimiento sobre apoyos para limitaciones de la comunicación y funcionamiento cognitivo.
  7. Trabajo y participación ciudadana. Accesibilidad de los entornos de trabajo (espacio y dotación), asistencia a ponencias, jornadas, sistemas de participación y comunicación adaptados si fuese necesario, etc.
  8. Servicios Sociales y de Salud. Accesibilidad de las infraestructuras sanitarias.  Accesibilidad de los cementerios y tanatorios.  Accesibilidad en las infraestructuras (centros sociales y sanitarios).

Fuente: Ceapat

Por tanto, se trata de hacer ciudades o cambiar nuestras ciudades para hacerlas más "amigables con los mayores, pero contando con los mayores". La amigabilidad tiene que concretarse en detalles pequeños pero que resultan imprescindibles para algo muy importante: que no se produzca un rechazo ni una discriminación hacia los ciudadanos y ciudadanas más mayores.

Una discriminación, que en muchas ocasiones es invisible y que afecta a las personas por el simple hecho de cumplir años. Esto se está dando en todos los entornos y a nivel internacional.

Todos sin excepción podemos sufrirlo en algún momento, y para combatir dicha discriminación, necesitamos de un apoyo, una acción y un compromiso conjunto y desde ahora.

María José Rivas
Trabajadora social
Docente de Formación Profesional para el Empleo

Enlaces de Interés:

www.ciudadesamigables.imserso.es
https://www.who.int/ageing/AFCSpanishfinal.pdf

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