Sólo el 23,2% cuenta con rentas adicionales a su pensión

Otros ingresos habituales en la jubilación

Otros ingresos habituales en la jubilación

Menos de una cuarta parte de los jubilados han sido previsores y cuentan con complementos a su pensión, a través de productos financieros o inmobiliarios.

tener una previsión de los gastos que vamos a tener durante la jubilación es algo primordial para poder tener una jubilación tranquila y placentera. Pisos arrendados y, sobre todo, productos financieros de ahorro y seguros de previsión, constituyen la forma más tradicional de asegurarse unos mejores ingresos tras la jubilación. Veamos alguno de los ingresos más habituales en la jubilación.

Planes de pensiones

Son productos de ahorro-previsión e inversión a largo plazo cuya finalidad primordial es generar de una forma flexible un complemento a la pensión de jubilación de la Seguridad Social, a través de aportaciones durante la vida laboral activa. Existen en el mercado desde planes muy conservadores, cuyos rendimientos son prácticamente seguros, hasta aquellos que buscan una línea más agresiva en su política de inversiones, con el objetivo de proporcionar una mayor rentabilidad. Se contrata con entidades de crédito (bancos, cajas de ahorro, etc.), a través de una sociedad gestora que administra el fondo. Los gestores invierten ese dinero en acciones y obligaciones, y cobran una comisión por ello.

Tienen ventajas fiscales, ya que las aportaciones se deducen de la base imponible en la declaración de renta. Los partícipes que haya cumplido 65 años pueden seguir realizando aportaciones a su plan -siempre que no hayan iniciado el cobro de la prestación- con las mismas ventajas fiscales.

Los planes de pensiones solo se pueden recuperar llegada la jubilación, o bien en caso de fallecimiento o invalidez. Otros supuestos que permiten retirar el dinero son una enfermedad grave, un paro de larga duración, un despido tras un expediente de regulación de empleo...

La fiscalidad en el momento de recuperar el dinero dependerá de si se opta por el reembolso en forma de capital o en forma de renta. Si el partícipe opta por rembolsar en forma de capital, se considerará un rendimiento del trabajo. No obstante, se le aplicará una reducción del 40% en aquella parte de la prestación ligada a las aportaciones hechas antes de 2007 siempre y cuando hayan transcurrido más de dos años desde la primera aportación. Esto también ocurre con la parte de capital en el sistema mixto (rescatar parte en forma de capital y el resto en renta). Si el partícipe opta por recibir el ahorro en forma de renta, el importe que reciba se considera rendimiento del trabajo y estará sujeto a retención.

Fondos de inversión tras la jubilación

Los fondos de inversión son una institución de inversión colectiva en la que una sociedad gestora administra el patrimonio formado por las aportaciones de muchos inversores. El fondo puede realizar inversiones de distintos tipos: acciones, obligaciones, letras, divisas, inmuebles, etc. La composición de la cartera depende del tipo de fondo y de los que dicte su reglamento. El patrimonio del fondo se divide en participaciones. Los inversores, al comprar participaciones o fracciones de participación, se convierten en partícipes. Cuando un inversor quiere recuperar su dinero, pide el reembolso y recibe la cantidad en la que esté valorada su participación en ese momento (algunos fondos cobran una comisión de reembolso).

Son un producto de inversión atractivo para quienes disponen de un capital pequeño que no les permite llevar a cabo la diversificación de su ahorro, para personas que desean invertir en mercados o en títulos a los que resulta complicado acceder como inversor particular y para los que no pueden seguir sus inversiones día a día.

Antes de contratar un fondo de inversión, lo más importante es conocer su política de inversión para saber si se adapta a las propias necesidades inversoras, es decir, al plazo al que se desea invertir y al riesgo que se quiere asumir y también si esa política ha dado buenos resultados.

Seguros de vida tras la jubilación

Dentro de los seguros de vida destinados al ahorro podemos encontrar numerosos productos cuyo objetivo es siempre obtener un capital o una renta en el momento de la jubilación.

  • Plan de Previsión Asegurada . Es un producto de ahorro-previsión e inversión a largo plazo cuya finalidad es generar un complemento a la pensión de jubilación de la Seguridad Social, a través de aportaciones durante la vida laboral activa. Tiene todas las ventajas fiscales de los planes de pensiones y una rentabilidad garantizada. Es el idóneo para personas económicamente conservadoras.
  • Seguro de jubilación en forma de capital . Permite generar un ahorro que percibirá de forma única en el momento en que lo decida, sin necesidad de esperar a la jubilación. Su principal ventaja es, por tanto, la liquidez. Conviene a todos aquellos que cuentan con un bajo nivel de ingresos.
  • Seguro de rentas vitalicias . Garantiza la percepción de una renta periódica hasta que se produzca el fallecimiento. La prima se calcula en función de las tablas de mortalidad, que establecen una esperanza de vida teórica en función de la edad y el sexo del asegurado.
  • PIAS . De muy reciente aparición, los planes individuales de ahorro sistemático permiten ahorrar con las garantías de un seguro, generando un capital mediante el ahorro periódico. Transcurridos diez años de pago de primas, el ahorro puede transformarse en una renta vitalicia. Los rendimientos obtenidos no tributarán.

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