7 claves para vivir más sano
Los alimentos influyen en la capacidad de frenar el envejecimiento.
Se puede tomar el sol, pero hay que saber cómo exponerse sin que peligre nuestra piel. ¿Sabes qué factor de protección conviene utilizar? ¿Qué cantidad utilizar? ¿Conoces las alternativas para estar moreno sin correr riesgos?
Es un multiplicador de tiempo. Por ejemplo, un FPS de 15 indica que una persona que se quemaría tras 20 minutos de exposición al sol, ve aumentado 15 veces ese tiempo; es decir, un FPS de 15 protegería a esa persona durante 5 horas, si se aplica la crema correctamente.
Hoy se aconseja un FPS de 30. Quizá el mayor problema es que la gente no sabe aplicarse las cremas solares correctamente. No se utilizan con la frecuencia necesaria, y se aplica menor cantidad de la debida. Una aplicación para todo el cuerpo requiere un mínimo de 30 g (el equivalente de una copita de licor). Eso es mucho más de lo que la gente utiliza. Además, debes aplicarte la crema 30 minutos antes de exponerte al sol, no cuando ya estás en la playa o la piscina. Otro punto importante: volver a aplicar la crema (incluso las que resisten el agua) cada 90 minutos.
No existe eso que se llama «moreno seguro». Se cree que estos rayos penetran profundamente (incluso a través de los cristales del coche) y atacan el sistema inmunitario de la piel y reducen su capacidad para combatir el melanoma.
Es una excelente forma de ponerse moreno sin riesgo. Sin embargo, estos productos no suelen llevar filtro solar, por lo que hay que aplicarse también cremas protectoras. Un consejo: elegir un autobronceador que no ponga la piel demasiado oscura a la primera aplicación (suelen quedar ronchas). Lo mejor es conseguir el bronceado con varias aplicaciones de tono suave, que aseguran un color más uniforme.
No se trata de volver a las cavernas. La vida al aire libre mejora el estado de ánimo y potencia la energía. Además, necesitamos el sol para sintetizar vitamina D, que nos ayuda a mantener los huesos sanos. Dicho eso, es importante protegerse del sol directo: llevar sombreros, ropa protectora, cremas solares de amplio espectro... Asimismo, los amantes del deporte deberían reservar sus actividades para primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde.
Lo más importante es que no sigas exponiéndote a los rayos solares hasta que la quemadura ceda. Para el dolor, puedes tomar un analgésico (aspirina o paracetamol); para calmar la piel, puedes aplicarte compresas frías. Es importante beber mucha agua y permanecer en un sitio fresco. Existen también sprays y lociones especiales para las quemaduras solares (consulta al farmacéutico). Si te salen ampollas, tienes fiebre y malestar o síntomas de deshidratación (boca y ojos secos, postración...), debes consultar al médico.
Señales de alarma
Un lunar sin problemas
Marisol Guisasola
Sol, playa, bronceado... parece imposible decir no. Pero todo depende. Sol sí, pero con precaución. Evita riesgos y aplícate los protectores que más le convengan a tu tipo de piel.
A cualquier edad se deben mantener rutinas saludables, y más a partir de los 50. Es el momento de ponernos manos a la obra para frenar el envejecimiento. Sigue estos sencillos pasos y mejorará tu calidad de vida.
Te sientes como si tuvieras 30 años, pero tu cuerpo insiste en recordarte que no es así. Te cansas antes, te duelen las rodillas, duermes peor... La única parte de tu cuerpo que pierde volumen es el cabello. «¿Podría hacer algo –comer mejor, tomar vitaminas, hacer ejercicio... – para frenar los efectos del paso de los años?»
Eso que llamamos «envejecimiento de la piel» no es resultado del paso del tiempo. Es consecuencia de la inflamación. Por suerte, hay formas de reducir su impacto.
Contesta a estas preguntas y conocerás si tu piel corre riesgos especiales en su exposición al sol. Te damos, además, las claves para prevenir eficazmente los efectos nocivos.
Llevas semanas imaginándolo. Llegar a la playa o a la piscina, aplicarte la crema solar y tumbarte al sol como los lagartos, a quitarte el frío del invierno y a que la piel tome ese tono dorado que tanto te gusta. Suena de maravilla, pero hay un problema. Que el sol se cobra su precio en la piel.