Ni jubilados ni apáticos. El boom del sexo en la tercera edad


Publicado por Patricia Fernández, periodista
Creado: 9 de octubre de 2025 11:24 | Modificado: 9 de octubre de 2025 11:31


Ni jubilados ni apáticos. El boom del sexo en la tercera edad

El deseo no se jubila. A pesar de los tabúes, los mayores de 60 siguen enamorándose, teniendo relaciones sexuales y descubriendo nuevas formas de placer. Pero nadie lo cuenta. Entre la revolución de la Viagra y la soledad digital, la intimidad en la madurez sigue siendo el gran secreto social.

El amor no entiende de edad

Durante décadas, hablar de sexo después de los 60 era casi un tabú. Parecía que el deseo tenía fecha de caducidad, y que el amor físico era patrimonio de la juventud. Sin embargo, la realidad es muy distinta: los mayores de hoy no se resignan a apagar su vida íntima.

Según el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, 2023), el 62% de los españoles mayores de 60 años considera que el sexo sigue siendo importante para su bienestar, y un 40% afirma mantener relaciones sexuales activas. Las cifras desmontan el mito de que el deseo desaparece con los años.

El cambio de mentalidad

La generación que hoy tiene 60 o 70 años no es la misma que la de sus padres. Vivieron la revolución sexual, el feminismo, el divorcio y la llegada de la píldora. Son mayores, sí, pero también más libres y más conscientes de su cuerpo.

"Hoy los mayores se atreven a hablar de placer, de deseo, de insatisfacción o de nuevas parejas. Hace 30 años era impensable", explica la sexóloga Silvia Pérez, de la Sociedad Española de Sexología.

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Y, no solo se habla más, también se experimenta más. La llegada de las apps de citas ha abierto un nuevo mundo para muchos viudos, divorciados o solteros de más de 60. Plataformas como OurTime o SeniorMatch tienen miles de usuarios españoles que buscan desde compañía hasta relaciones estables o simplemente "conexiones sin etiquetas".

El cuerpo cambia, el deseo no

El deseo sexual no desaparece, pero sí se transforma. En los hombres, la testosterona desciende gradualmente; en las mujeres, la menopausia altera la lubricación y la sensibilidad. Pero eso no significa el fin del placer.

El secreto está en adaptarse. "El sexo después de los 60 puede ser incluso mejor: más pausado, más comunicativo, menos centrado en la penetración y más en la conexión emocional", comenta la terapeuta sexual María del Carmen Rodríguez, autora del libro Placer maduro.

Según un estudio de la Universidad de Manchester (2019), el 75% de los hombres y el 60% de las mujeres entre 65 y 74 años sigue siendo sexualmente activo. En muchos casos, el amor maduro se redescubre con ternura y curiosidad, sin las prisas de la juventud.

Viagra y compañía

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Cuando en 1998 apareció la Viagra, la conversación cambió para siempre. Por primera vez, el mercado ofrecía una herramienta médica para combatir la disfunción eréctil, una de las principales causas de frustración sexual masculina en la madurez.

Desde entonces, los fármacos como el sildenafilo, tadalafilo o vardenafilo se han normalizado. En España, el Ministerio de Sanidad estima que más de un millón de hombres mayores de 60 años los utilizan de forma regular o puntual.

Pero también hay sombras. Muchos hombres los consumen sin control médico, mezclándolos con alcohol o automedicándose. Los especialistas recuerdan que no son "pastillas del placer", sino tratamientos para una condición física concreta.

Y, paradójicamente, los avances farmacológicos no siempre solucionan los problemas de fondo: la falta de comunicación, la autoestima dañada o los miedos al rechazo.

El tabú femenino

Si el hombre mayor ha encontrado cierta legitimidad para hablar de sexualidad, las mujeres siguen enfrentándose a un muro de silencio. La menopausia sigue tratándose como un final, cuando en realidad puede ser un nuevo comienzo.

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"Muchas mujeres sienten más libertad a partir de los 60, porque ya no hay miedo al embarazo ni tanta presión estética", explica la psicóloga Laura Escribano, especialista en sexualidad femenina. "El problema es que la sociedad sigue invisibilizando el deseo femenino maduro. No hay referentes".

Las campañas publicitarias, el cine o los medios rara vez muestran a mujeres mayores deseando, seduciendo o disfrutando de su cuerpo. Y, sin embargo, el auge de terapias hormonales, lubricantes naturales o talleres de sexualidad sénior demuestra que la necesidad está ahí.

Nuevas formas de amar

El amor en la madurez se reinventa. Hay parejas que optan por convivencias flexibles -cada uno en su casa-, otras descubren relaciones abiertas, y algunas, simplemente, buscan afecto y complicidad sin sexo.

El concepto de "intimidad emocional" gana terreno. La cercanía, el tacto, los abrazos o las caricias cobran más valor que la pasión de los 20 años. Como resume la doctora Rodríguez: "A los 60 no se busca tanto intensidad como autenticidad".

También crece el interés por prácticas más conscientes, como el sexo tántrico o la meditación erótica, donde la conexión física y mental se combinan para redescubrir el placer.

La soledad como enemiga del deseo

Uno de los mayores obstáculos para mantener una vida sexual activa a partir de los 60 no es el cuerpo, sino la soledad. Según la Fundación ONCE (2022), más de dos millones de mayores viven solos en España. Y la soledad reduce la autoestima, aumenta la ansiedad y disminuye el deseo.

La pandemia, además, agravó el aislamiento. Muchos mayores perdieron contacto físico y social, y recuperar la confianza lleva tiempo. Aun así, cada vez más asociaciones y centros de mayores incorporan actividades sobre afectividad, sexualidad o comunicación de pareja. El mensaje es claro: el cariño no caduca.

Lo que no se dice, pero se siente

Hablar de sexo en la tercera edad sigue incomodando. En las familias, los nietos cambian de tema; en la televisión, se trata con humor o pudor. Pero detrás del silencio hay una realidad que late: el deseo no desaparece, solo se calla.

La educación sexual -esa que muchos no tuvieron en su juventud- sigue siendo necesaria también en la madurez. No para enseñar "cómo hacerlo", sino para entender que el placer, el consentimiento y la ternura no son propiedad de ninguna edad.

El amor y el sexo después de los 60 no son una rareza, sino una expresión natural de la vida. Lo sorprendente es que, en pleno siglo XXI, sigan siendo temas ocultos.

La sexualidad madura no busca demostrar nada ni competir con la juventud. Busca sentir, compartir y reconectarse con uno mismo. Porque en el fondo, el cuerpo envejece, pero el deseo -ese motor silencioso de la vida- sigue latiendo con la misma fuerza.

 

Bibliografía

  • CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). Barómetro sobre la vida sexual de los mayores (2023).
  • Ministerio de Sanidad. Datos sobre consumo de Viagra y medicamentos asociados (2023).
  • Fundación ONCE. Informe sobre soledad y bienestar emocional en mayores (2022).
  • Universidad de Manchester. Sexual Activity and Wellbeing in Older Adults Study (2019).
  • Sociedad Española de Sexología. Informe sobre sexualidad en la madurez (2023).

 

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