7 claves para vivir más sano
Los alimentos influyen en la capacidad de frenar el envejecimiento.
Las pérdidas de orina tienen un importante impacto sobre la calidad de vida de quien las padecen.
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➤ Vídeo: ¿Qué es la incontinencia de vejiga?
➤ Vídeo: Qué es la enfermedad pélvica inflamatoria?
Muchas pacientes experimentan vergüenza, pérdida de autoestima, depresión y aislamiento. Pero, además, tiene consecuencias negativas en la vida laboral, sexual y social.
Los problemas psicosociales más frecuentes son:
• Sentimientos de humillación personal.
• Vergüenza ante sí mismo y ante los demás.
• Reacciones emocionales de inseguridad.
• Inhibición afectiva.
• Ansiedad.
• Depresión y tristeza.
• Inhibición de la sexualidad.
• Incapacidad para enfrentar los problemas.
• Aislamiento social.
Las consecuencias de este trastorno no sólo son físicas (problemas de higiene y lesiones cutáneas), sino también psicológicas. Las pérdidas de orina inciden en aspectos fundamentales de la vida diaria como el descanso, el desarrollo laboral y el ocio y son una de las principales causas de los ingresos prematuros en las residencias de mayores. Ello conduce a los afectados al aislamiento y la depresión. Según el Observatorio Nacional de Incontinencia (ONI), el 80% de los incontinentes españoles manifiestan un rechazo hacia su situación, y el 86% se siente desplazado socialmente.
Los problemas de control de la vejiga pueden afectar al descanso, puesto que las personas que la padecen se levantan varias veces durante la noche (más de dos veces) y esto puede provocar fatiga y alteraciones del sueño.
La mitad de las mujeres sexualmente activas con trastornos de control de la vejiga tienden a padecer problemas en sus relaciones sexuales. El miedo a orinarse durante la penetración o el orgasmo, hace que muchas afectadas opten por evitar las relaciones sexuales.
Esta dolencia también puede dañar el bienestar emocional de los afectados: las personas que la sufren suelen tener cambios bruscos de humor, hipocondría, pesimismo y depresión. Más del 41% opina que les afecta a sus actividades sociales.
Existen diferentes órganos institucionales destinados a la asesorar a los pacientes que sufren problemas de incontinencia urinaria.
Tranquilidad y sensibilidad son las dos pautas de actuación esenciales ante un mayor que padece incontinencia urinaria.
Los tratamientos para los distintos tipos de incontinencia urinaria suelen incluir los absorbentes específicos para las pérdidas de orina. Se trata de un recurso paliativo que ayuda a mantener la calidad de vida del paciente, aunque, por supuesto, no resuelve el problema.
Asociada a la incontinencia urinaria, el paciente puede sufrir numerosas complicaciones tanto médicas como psicológicas y sociales.
Cuando se pierden facultades físicas o mentales, la incontinencia se convierte en un grave problema social, tanto para los afectados como para sus familiares.
Los afectados en ocasiones ven afectada su vida social por vergüenza o pudor