Tratamiento radioisotópico del carcinoma diferenciado de tiroides

Es un tipo de radioterapia metabólica que consiste en la administración terapéutica de radioyodo (dosis de 100 a 200 mCi)

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? Vídeo: La enfermedad de tiroides

¿Qué es?

Es un tipo de radioterapia metabólica que consiste en la administración terapéutica de radioyodo (dosis de 100 a 200 mCi).

¿Para qué se utiliza?

Se utiliza como tratamiento del carcinoma diferenciado de tiroides, bien de forma complementaria a la cirugía para la destrucción de restos tiroideos, o como tratamiento de elección en la afectación próxima al área resecada y a distancia (metástasis) de dicho carcinoma.

¿Qué se debe hacer antes del tratamiento? ¿Es necesaria alguna preparación?

El tratamiento debe de estar indicado por un especialista una vez resecada la glándula tiroides. Como preparación previa deberá suspender el tratamiento hormonal sustitutivo (hormona tiroidea) al menos 4-6 semanas antes del tratamiento con radioyodo y seguir una dieta pobre en yodo. Así mismo, deberán evitarse en lo posible y bajo la supervisión de su médico aquellos fármacos que interfieran en la incorporación del radioyodo (tinturas de yodo de uso tópico, amiodarona, ansiolíticos, antidepresivos, etc). La utilización reciente de contrastes radiológicos yodados obligarán a retrasar la administración del tratamiento para que éste sea efectivo.

¿Cómo se realiza?

La administración de radioyodo se realiza generalmente por vía oral en dosis única tras permanecer el paciente en ayunas durante seis a ocho horas. El tratamiento requiere la hospitalización del paciente en una habitación especialmente adaptada a las normas de protección radiológica establecidas al efecto. Permanecerá en esta habitación en régimen de aislamiento (no podrá salir ni recibir visitas) hasta que los niveles de irradiación disminuyan (aproximadamente tres días). Durante este tiempo recibirá atención de enfermería y médica permanente.

¿Qué puede sentir durante el tratamiento?

En los días siguientes a la administración pueden aparecer algunas molestias, poco importantes, pero que deben conocerse para evitar que produzcan preocupación o ansiedad al paciente. Puede notarse sensación de pesadez gástrica, náuseas y raramente vómitos, por lo que se suele tratar a los pacientes de forma preventiva con agentes antieméticos y favorecedores del vaciamiento gástrico. También es posible notar sensación de presión a ambos lados de la mandíbula debido a una discreta inflamación de las glándulas salivares junto a sequedad de boca y pérdida del gusto. Este efecto desaparece en la mayoría de los casos mediante la facilitación de la secreción salivar. Ocasionalmente se produce una discreta ciscitis como consecuencia de la eliminación del radioyodo por la orina. Para evitarlo es aconsejable que aumente la ingesta de líquidos. Otros posibles efectos secundarios como la sensación de tensión en el cuello puede ocurrir dependiendo de la cantidad de restos tiroideos que queden tras la intervención. No obstante, si aparecieran son fácilmente tratables con fármacos antiinflamatorios

¿Cuánto dura?

El ingreso del paciente suele durar unos cuatro o cinco días. Generalmente, se suele realizar un rastreo corporal en el Servicio de Medicina Nuclear al cuarto día postratamiento para visualizar la incorporación del radioyodo que también sirve para evaluar la extensión de la enfermedad. En el caso de que una única dosis no sea suficiente, los tratamientos pueden sucederse con una periodicidad de cuatro a seis meses. Una vez que desaparezcan los restos tiroideos o la enfermedad metastásica, se realiza un seguimiento periódico del paciente mediante rastreos corporales con radioyodo a dosis diagnósticas.

¿Tiene algún riesgo?

La administración terapéutica de radioyodo en el carcinoma diferenciado de tiroides es un tratamiento de radioterapia y, por tanto, esta sujeto a efectos no deseados derivados de la irradiación. Debido a la larga expectativa de vida de estos pacientes y a pesar de que la experiencia en el tratamiento con radioyodo del carcinoma diferenciado de tiroides demuestra que es un tratamiento seguro, debe tenerse en cuenta la posibilidad de desarrollo de otros tumores, sobre todo en aquellos casos tratados con dosis altas y/o reiteradas. Hay que reseñar en este apartado que la administración del tratamiento con radioyodo esta contraindicada en pacientes embarazadas por el riesgo de que el radioyodo afecte al desarrollo del niño antes de nacer. Debido a que el organismo retiene el radioyodo durante los seis meses siguientes a su administración, deberá evitarse el embarazo durante este periodo. Una vez transcurrido este tiempo ya no se corren riesgos apreciables.

Artículo facilitado por:
Clínica Universidad de Navarra

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