7 claves para vivir más sano
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Los novios han decidido que habrá boda la próxima primavera. ¿Vas a ser la madrina, como manda la tradición? Pues toma nota, porque en este día tan especial para tu hijo, la madrina, después de la novia, es la figura femenina más importante de la boda. Y hay que estar a la altura.
Con un año de antelación, ha comenzado la cuenta atrás. Y es que la mejor receta para que la boda de tu hijo sea un éxito es trazarse plazos y planes y respetarlos escrupulosamente. Con una buena organización, tendrán la más bonita de las celebraciones y, lo que es más importante, sin nervios ni angustias de última hora. En todo ese listado de preparativos, la colaboración de los padrinos es fundamental, ya que, con su ayuda, los novios pueden aligerar su cargadísimo planning.
Lo primero es reunirse con los novios y repasar la lista que, seguramente, ya han elaborado para organizar su enlace («encontrar» iglesia o juzgado, restaurante, pensar en el traje de novia/novio, en los invitados, el menú, la música, la decoración floral…). Repartir tareas es muy práctico, aunque hay que dejar bien claro desde el principio que no se trata de organizarles ni la boda ni la vida, sino, simplemente, de echarles una mano en un cúmulo de tareas que requieren tiempo. La colaboración es la clave para evitar tensiones e histerias. En el fondo, se trata de disfrutar tanto del día del evento como de los preparativos. Comienza la carrera contrarreloj.
Susana Carrizosa
Los novios han decidido que habrá boda la próxima primavera. ¿Vas a ser la madrina, como manda la tradición? Pues toma nota, porque en este día tan especial para tu hijo, la madrina, después de la novia, es la figura femenina más importante de la boda.
Los novios han decidido que habrá boda la próxima primavera. ¿Vas a ser la madrina, como manda la tradición? Pues toma nota, porque en este día tan especial para tu hijo, la madrina, después de la novia, es la figura femenina más importante de la boda. Y hay que estar a la altura.
Somos padres de hijos adultos y, en muchas ocasiones, debido al aumento de la esperanza de vida, hijos de padres ancianos. Las relaciones entre los padres y sus hijos adultos no siempre son fáciles porque están dominadas por la ambivalencia, por la coexistencia de sentimientos encontrados que no siempre es fácil dominar.
Las relaciones entre suegra y nuera no son siempre fáciles. En ellas se mezclan sentimientos encontrados vividos de forma intensa y que, además, giran siempre alrededor de un único personaje, el hijo-marido, que debe actuar como mediador entre ambas.
Las relaciones entre suegra y nuera no son siempre fáciles. En ellas se mezclan sentimientos encontrados vividos de forma intensa y que, además, giran siempre alrededor de un único personaje, el hijo-marido, que debe actuar como mediador entre ambas.
Cuando somos conscientes de que nuestros hijos han tomado las riendas de su vida y no cuentan más con nuestra aprobación, es el momento de colocarnos detrás de ellos, estar ahí y soltar amarras. Aquellos pequeños a los que hemos querido tanto, van a afrontar solos todas sus decisiones.