7 claves para vivir más sano
Los alimentos influyen en la capacidad de frenar el envejecimiento.
Si echas de menos la continua relación con tus compañeros de trabajo, piensa en apuntarte a un centro social, en el que establecerás nuevas relaciones. Nada que ver con un recurso de asistencia a la dependencia.
Hacer nuevos amigos con los que compartir aficiones, paseos y charlas estará también a tu alcance. Los centros sociales para personas mayores –también conocidos como hogar del pensionista o club de jubilados- fueron concebidos en su origen como lugares de encuentro.
Estos centros, repartidos por toda la geografía nacional, son centros abiertos, destinados fundamentalmente a promover la convivencia de las personas mayores de un determinado ámbito territorial y el apoyo a su integración, mediante la organización de las actividades para la ocupación del tiempo libre, el ocio y la cultura, y la información sobre el acceso a servicios sociales.
En el más cercano a tu domicilio puedes preguntar qué servicios te ofrecen. Seguramente, te sorprenderá todo lo que puedes hacer. Apuntarte a uno de ellos te permite acceder a una serie de servicios muy económicos. Los más habituales son los servicios de peluquería, enfermería, pedicura, masajista, cafetería y, en muchas ocasiones, comedor, que ofrece menús a muy buen precio.
También se suelen organizan fiestas, bailes, meriendas y sesiones de cine. Y si vives en una pequeña localidad, seguramente también tendrás uno, organizado por alguna asociación o los propios jubilados, quienes se encargan de habilitar locales y organizar actividades al gusto de todos.
Personas con 65 años cumplidos (60 años siendo cónyuge del socio principal o con un grado de autovalimiento limitado).
El acceso es libre y directo para las personas mayores que vivan en la zona en la que está ubicado el centro, previa obtención de un carnet de socio.
Administraciones públicas, servicios sociales y universidades compañías ofrecen a las personas que van a jubilarse la posibilidad de recibir asesoría por parte de profesionales especializados para adaptarse a esta nueva situación.
Literatura, gimnasia, baile, nuevas tecnologías… nunca es tarde para aprender algo nuevo. Tienes tiempo. Solo necesitas ilusión.
Los mayores poseen el potencial de tiempo, experiencia, conocimientos y capacidades ideales para colaborar en tareas de voluntariado.
¿Te gusta cantar? Apúntate a un coro. Y si lo tuyo son las manualidades, hay talleres en los que puedes aprender y disfrutar. Lo más importante es manterner nuestro tiempo libre ocupado durante la jubilación para evitar caer en el sedentarismo y la apatía.
Marcela Niño Miranda
08 noviembre 2018 17:36
Tengo 68 años y me gustaría inscribirme en cursos de ingles, informática, dibujo, teatro, realizar algún voluntariado.
Dispongo de tiempo libre, vivo en Palma de Mallorca.
Donde me puedo apuntar, o me pueden dar mayor información? Gracias!!!
Marisol de Silva
08 enero 2016 22:10
Tengo 65 años y me gustaría apuntarme a un curso básico de informática y también hacer una labor de voluntariado. Vivo en Madrid distrito Tetuan. ¿Donde me tengho q dirigir?
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