Por qué deberías tener una mascota después de los 60


Publicado por Patricia Fernández, periodista
Creado: 1 de agosto de 2025 11:54 | Modificado: 1 de agosto de 2025 12:11


Por qué deberías tener una mascota después de los 60

Con el paso de los años, la casa se vuelve más silenciosa y el ritmo de vida cambia. Pero hay algo que puede llenar de alegría cada rincón: una mascota. Adoptar un animal de compañía a partir de los 60 no solo aporta ternura, también trae beneficios reales para la salud.

La compañía que no juzga

No hay que ser experto en salud para intuir que la soledad no es buena compañera. Pero sí hay estudios que lo confirman. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cerca del 20% de los mayores de 60 años sufre de algún grado de soledad o aislamiento social, lo que puede derivar en depresión, ansiedad o incluso deterioro cognitivo.

Aquí es donde entra en juego ese peludo con ojos brillantes que te espera moviendo la cola (o ronroneando en el sofá). Diversas investigaciones, como las realizadas por la Universidad de Michigan en colaboración con la AARP (Asociación Americana de Personas Jubiladas), han demostrado que las mascotas, especialmente los perros y gatos, ayudan a reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y aumentan la serotonina y la dopamina, sustancias vinculadas al bienestar y la felicidad.

¿Resultado? Más sonrisas, menos tristeza. Porque no hay tristeza que aguante frente a un gato que se duerme en tu regazo o un perro que te recibe como si fueras el mejor ser humano del planeta (y, para él, lo eres).

Más movimiento, más salud física

La pereza tiene la habilidad de instalarse con la jubilación. De repente, el sofá se convierte en destino frecuente. Pero, si tienes un perro, ya sabes que eso no es una opción. Hay que salir. Pasear. Respirar aire fresco. Y, sin darte cuenta, estás haciendo ejercicio diario.

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Un estudio del Journal of Physical Activity and Health concluyó que los mayores que tienen perro caminan una media de 22 minutos más al día que los que no tienen mascota. Eso, traducido a salud, implica una mejora en la movilidad, en la salud cardiovascular, y en la prevención de enfermedades como la hipertensión o la diabetes tipo 2.

Además, el simple acto de cuidar a un animal (llenar su comedero, cepillarlo, jugar) promueve el movimiento y mantiene activas las articulaciones, especialmente importante para prevenir el deterioro físico con la edad.

Menos visitas al médico, más calidad de vida

¿Sabías que las personas mayores que tienen mascotas tienden a visitar menos al médico? Según un estudio publicado por The American Journal of Cardiology, tener un animal de compañía reduce los niveles de presión arterial y colesterol, además de contribuir a una recuperación más rápida tras eventos como infartos o cirugías.

Pero hay más. La Universidad de St. Andrews, en Escocia, encontró que los mayores de 65 años con perro tenían una edad "biológica" equivalente a 10 años menos que sus pares sin mascotas, debido a su estilo de vida más activo y sus mejores índices emocionales.

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Tener un animal en casa también ayuda a establecer rutinas saludables. Ellos comen a horas fijas, piden salir, exigen atención. Eso obliga al dueño a mantener cierto orden en su día, algo que, en edades avanzadas, es más importante de lo que parece.

Socializar sin esfuerzo

A partir de cierta edad, hacer nuevos amigos puede parecer difícil. Pero ¿y si no fueras tú quien rompe el hielo, sino tu mascota? Tener perro, en especial, es una excusa perfecta para conocer gente nueva. Los paseos por el parque o las visitas al veterinario suelen derivar en conversaciones naturales con otros dueños.

Además, las mascotas sirven de vínculo emocional con los nietos. Compartir el cuidado de un gato o enseñar a un niño cómo pasear un perro son momentos que refuerzan los lazos familiares y aportan temas de conversación que van más allá del tiempo o la televisión.

También hay estudios que demuestran que las personas mayores con mascotas muestran una mejor capacidad para comunicarse y empatizar con otros. Una investigación del National Institute on Aging en EE.UU. confirmó que los mayores con animales presentaban una mayor resiliencia emocional y una actitud más positiva ante los retos del envejecimiento.

¿Y si enfermo? ¿Quién lo cuida?

Es una preocupación legítima. Adoptar una mascota es asumir una responsabilidad. Pero también hay soluciones. Hoy en día existen servicios de cuidado temporal de animales, asociaciones de voluntarios y hasta residencias de mayores pet friendly. Incluso muchas protectoras ofrecen programas de "adopción sénior" en los que se emparejan animales tranquilos, de edad avanzada, con personas mayores, creando una simbiosis perfecta.

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Además, compartir la vida con una mascota puede ser un estímulo para cuidar mejor de uno mismo. Saber que hay un ser que depende de ti puede ser una razón poderosa para levantarse cada mañana con energía.

No todos los animales, ni todas las edades

Aunque los beneficios son muchos, no todas las mascotas son ideales para todas las personas. Un perro muy activo podría no ser la mejor opción para alguien con problemas de movilidad. En cambio, un gato, un perro de raza pequeña, o incluso un conejo o un pájaro pueden ser excelentes compañeros.

También es importante tener en cuenta la edad del animal. Adoptar un cachorro puede ser una experiencia agotadora. En cambio, muchos refugios tienen animales adultos, tranquilos, ya educados y con menos necesidades energéticas, que encajan mejor con un ritmo de vida sereno.

Testimonios que lo confirman

Carmen, 73 años, adoptó a Nico, un gato mestizo de 5 años. "Después de enviudar me sentía muy sola. No quería depender siempre de mis hijos. Ahora, con Nico, hablo, aunque esté sola. Me espera en la puerta cuando vuelvo del súper, y por las noches duerme a mis pies. No me siento sola nunca".

Antonio, 68, tiene un perro llamado Chispa. "Antes salía poco. Me pasaba el día viendo la tele. Desde que tengo a Chispa, camino tres veces al día. He bajado peso, me encuentro mejor, y hasta he conocido a gente en el parque con la que ahora me tomo el café".

Una decisión que transforma la vida

Tener una mascota después de los 60 no es solo una forma de pasar el rato. Es una elección que puede transformar la vida: emocional, física y socialmente. Ayuda a mantenerse activo, reduce la soledad, mejora la salud y, sobre todo, llena el corazón de amor incondicional.

Si estás pensando en adoptar, plantéatelo como un regalo mutuo. Porque si tú le das un hogar, ellos te dan el mundo.

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