¿Qué es la artrosis y cómo evitarla? Nuevas oportunidades para tratarla

¿Qué es la artrosis y cómo evitarla? Nuevas oportunidades para tratarla

Las células del sistema músculo-esquelético pueden llegar a durar 15 años, pero al final deben ser renovadas y sustituidas por otras nuevas para que todo pueda funcionar.

La artrosis es el desgaste de la juventud del sistema músculo-esquelético. Cuando somos jóvenes, el cuerpo tiene una gran capacidad de curación y nuestro cuerpo se renueva constantemente. El cuerpo está formado por cerca de 40 mil millones de células que, como norma general, se renuevan cada 7 años, aunque esta frecuencia es variable según las partes del cuerpo.

Las células del sistema músculo-esquelético pueden llegar a durar 15 años, pero al final deben ser renovadas y sustituidas por otras nuevas para que todo pueda funcionar. De manera que según se van renovando, las células van haciendo copias de sí mismas cada vez con más errores y funcionan peor. Se trata de un procedimiento similar al de un CD o DVD que reproduce su contenido muchas veces y se termina rallando, distorsionando su imagen o sonido.

Aunque tenemos formas de reparar los daños en el material genético de las células, con el tiempo los daños se acumulan y las células funcionan peor, ya que nos volvemos más lentos, más rígidos, más débiles y envejecemos. Lo que más afecta a la artrosis son las articulaciones que se someten a carga o estrés repetidos, sobre todo la rodilla y la cadera. No hay que perder de vista que al saltar o simplemente al subir escaleras, algunas zonas de la rodilla soportan más de 10 veces el peso de tu cuerpo.

También se suelen afectar otras articulaciones pequeñas como las del cuello, cuando mantenemos una mala postura, o las de las manos, sobre todo en trabajadores manuales. Lo primero que va a notar el paciente que padece artrosis es que le crujen las rodillas al subir las escaleras, que tiene que "calentar" para mover bien las articulaciones y va a notar dolor leve o rigidez que le dificulta ciertos movimientos, pérdida de agilidad, etc. Al final, le costará andar o agarrar fuerte los objetos. La Organización Mundial de la Salud estima que la mitad de la población mundial padecerá artrosis en su vida. Si tienes más de 45 años, debes saber que tendrás artrosis en con una probabilidad del 10 % si eres varón y la probabilidad es de más del 20% en las mujeres.

¿Qué se puede hacer?

Tradicionalmente se ha tratado la artrosis aliviando los síntomas con analgésicos y antiinflamatorios y, en casos avanzados, sustituyendo las articulaciones por prótesis. El problema es que estas medicinas, además de no tratar el problema, solo el dolor, no son eficaces y a largo plazo pueden dañar el hígado, el estómago o los riñones. El problema de las prótesis es que implican una cirugía muy agresiva y antes o después se necesita otra cirugía aún más agresiva para cambiarlas cuando se gastan. Gracias a la ciencia, actualmente tenemos otra solución: la Ortobiología.

La Ortobiología es una subespecialidad de la Traumatología-Cirugía Ortopédica que estudia los procesos de curación naturales para potenciarlos y evitar que el cuerpo se deteriore con el paso del tiempo o, al menos, que lo haga más lentamente. El objetivo es que tu cuerpo se regenere y tus lesiones o achaques curen como si fueras un niño. Las técnicas de Ortobiología se aplican para prolongar la juventud en pacientes que empiezan a tener artrosis para enlentecer o revertir el envejecimiento en personas que ya tienen artrosis y también para curar las lesiones en deportistas consiguiendo la mayor funcionalidad en el menor tiempo posible.

Consejos que están a nuestro alcance

Los pilares sobre los que se basa la prolongación de la juventud, además de los avances en la Medicina, son:

Llevar un estilo de vida saludable

De poco servirá que te apliquen tratamientos avanzados si llevas una vida insana abusando de comida basura, del tabaco o del alcohol. Nuestra salud depende, sobre todo, de nuestros hábitos diarios. Es fundamental llevar una dieta saludable basada en alimentos frescos sin procesar, basada en vegetales, legumbres, frutos secos y aceite de oliva. Debes tomar también pescados azules ricos en Omega3 (atún, salmón, sardinas, boquerones...).

Por otro lado, hay que evitar alimentos procesados, azúcar, cereales no integrales (sobre todo el pan blanco) y limitar mucho el consumo de carne roja procesada. Es fundamental beber abundante agua. Además, una bebida que ha mostrado que tiene capacidad antioxidante es el té verde. Esta dieta tiene propiedades antiinflamatorias, evitando que la inflamación prolongada deteriore los tejidos.

Moderar la cantidad y número de ingestas

Comer poco y el ayuno intermitente se han mostrado eficaces para la ralentización del metabolismo y en control del azúcar en sangre, dos factores clave para la longevidad. El ayuno intermitente también previene la osteoporosis.

Evitar la obesidad y sedentarismo

La OMS cifra en un 60% el total de personas en el mundo que no hacen actividad física suficiente. La falta de actividad física es una de las causas de envejecimiento prematuro y de muerte más importantes, ya que según estima la organización, cerca del 6% de todas las muertes en el mundo es a consecuencia de llevar una vida sedentaria. Además, contribuye al sobrepeso y a la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol en sangre, por lo que este porcentaje será probablemente mucho mayor si tenemos en cuenta estas asociaciones:

  • Las personas sedentarias tienen un 20 o 30% más de probabilidad de morir jóvenes que los no sedentarios.
  • El sedentarismo se asocia a más del 25% de los cánceres de mama y colon.
  • Más del 25% de los casos de diabetes.
  • Más del 30% de las cardiopatías isquémicas: anginas de pecho e infartos.
  • Aumenta en un 25% las posibilidades de sufrir depresión.

La sobrecarga articular por el sobrepeso asociada a la insuficiente movilidad articular daña al cartílago y empeora la artrosis. Es fundamental realizar ejercicio saludable de forma habitual y realizar todo el ejercicio que sea posible a lo largo del día con pequeños gestos como utilizar la escalera en lugar del ascensor, levantarnos frecuentemente de la silla, realizar pequeños trayectos en bicicleta o andando en lugar de coger el coche. El movimiento es vida.

Promover un descanso de calidad

También hay que cuidar el descanso, pues la alteración de los ciclos de vigilia-sueño disminuye nuestra capacidad de curación. El tercer pilar de la vitalidad prolongada, además de la Ortobiología y el estilo de vida saldable, es el control de tus emociones y de tus pensamientos. De todos los procesos fisiológicos de tu cuerpo, lo único que podemos controlar realmente es tu mente, tus pensamientos. Como decía Buda: "Según piensas, así eres: Si tu pensamiento sufre, eres un mártir. Si tu pensamiento no sufre, serás feliz. Controla tus pensamientos".

Los pensamientos están íntimamente ligados a nuestras emociones y está demostrado que el estrés crónico se asocia a menor longitud de los telómeros, que son las partes de los cromosomas que "protegen" la información genética de las células, y que cuando se pierden se produce la alteración de la información genética de las células y el deterioro de los tejidos. En cambio, si somos capaces de sustituir las preocupaciones por motivación, si en lugar de sentir angustia tomamos las situaciones como retos a superar, si encontramos sentido a nuestra vida y nos sentimos útiles y válidos, nuestros cromosomas se protegerán y no solo viviremos más felices, sino que también viviremos más tiempo y más sanos.

En resumen: come poco y sano, muévete mucho, vive cada momento y agradece el regalo que es la Vida. Y cuando empieces a sentir que algo no va bien, consulta a tu médico.

Dr. Luís Gallego Burguillo
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