Infección de orina en personas mayores: síntomas, causas y tratamiento

Infección de orina en personas mayores: síntomas, causas y tratamiento

Las infecciones de orina en personas mayores pueden ser frecuentes y comunes. De hecho, según la Clínica Universidad de Navarra es la infección más usual en el ámbito hospitalario.

Se trata de una infección bacteriana que puede ser muy común en la vejez, sobre todo en mujeres, ya que las bacterias penetran más fácilmente en la vejiga debido a la anatomía femenina. En el caso de los hombres, el riesgo también aumenta con la edad, ya que la próstata crece a medida que envejecen. 

De hecho, según datos del Ministerio de Sanidad, por encima de los 80 años, el deterioro funcional (la demencia, la pérdida de control de esfínteres, etc), hacen que entre un 20-50% de las mujeres presenten infección urinaria o cistitis. Y, aunque los hombres de esta edad también tienen altas tasas de presencia de bacterias en la orina, la relación hombre/mujer en estas edades sigue siendo más elevada para la mujer.

Qué es la infección urinaria o cistitis en mayores

La infección urinaria, también conocida como infección del tracto urinario (ITU) o infección de la vejiga, es una condición médica causada por la presencia y multiplicación de bacterias en el sistema urinario.

Estas bacterias generalmente provienen del tracto gastrointestinal y pueden ingresar al sistema urinario a través de la uretra, la estructura que conecta la vejiga con el exterior del cuerpo.

La mayoría de las infecciones del tracto urinario afectan principalmente a la vejiga y se conocen como cistitis, que es la forma más común de ITU. Sin embargo, si las bacterias ascienden más allá de la vejiga y llegan a los riñones, se puede desarrollar una infección más grave llamada pielonefritis.

En algunos casos esta condición puede ser leve y, en otras puede haber complicaciones requiriendo tratamiento intravenoso.

Causas de la infección de orina en personas mayores

En las mujeres, el orificio de la uretra se encuentra a corta distancia del ano, lo que facilita que las bacterias penetren en el sistema urinario, alcancen la vejiga y causen una infección e inflamación conocida como cistitis. Cuando ocurre una cistitis, el interior de la vejiga se torna rojo e irritado, lo que puede provocar dolor abdominal y una urgencia de orinar, aunque solo se pueda liberar unas pocas gotas, generando una sensación de ardor al salir.

Los patógenos más comunes son las bacterias intestinales, que ingresan al tracto urinario, se multiplican allí y causan infecciones del tracto urinario. La inflamación puede limitarse al tracto urinario inferior o afectar a  todo el tracto urinario.

Además, los niveles de estrógeno disminuyen en las mujeres durante la menopausia, por lo tanto, aumenta el riesgo de cistitis en la vejez ya que la membrana mucosa del área vaginal se vuelve más seca. Esto la convierte en una zona más sensible a las infecciones.  

En el caso de los hombres, las infecciones urinarias también ocurren debido a bacterias que penetran en las vías urinarias. Pueden provenir de fuera del cuerpo, o pueden llegar desde el recto al interior de la uretra. 

Síntomas de la infección de orina en personas mayores

En personas jóvenes, una infección de la vejiga generalmente se puede identificar por la sensación de ardor al orinar. Sin embargo, este síntoma tan común, puede no mostrarse en personas mayores.  De hecho, los síntomas de la cistitis son menos intensos en la vejez. ¿Qué ocurre en este caso? La infección se detecta demasiado tarde cuando la enfermedad presenta otros síntomas.

De hecho, el diagnóstico de infección de orina en personas mayores es más complejo. A veces, se pueden detectar bacterias en la orina, pero no hay signos de inflamación ni síntomas. Los médicos se refieren a esto como cistitis asintomática.

Sin embargo, hay señales que alertan sobre la necesidad de acudir al médico para evitar que las bacterias puedan llegar a los riñones provocando un empeoramiento:  

  • Micción frecuente.
  • Orina turbia y maloliente.
  • Problemas para retener la orina.
  • Sensación de no poder vaciar la vejiga por completo.
  • Sangre en la orina.
  • En ocasiones, el dolor en la parte inferior del abdomen, también puede indicar una infección de la vejiga.
  • Fiebre.
  • Confusión.
  • Disminución de las habilidades cognitivas.
  • Somnolencia.

Cuál es el tratamiento para la infección de orina en personas mayores

Si el médico diagnostica una infección de la vejiga, el primer paso es tener una buena hidratación y beber suficientes líquidos para ayudar a limpiar correctamente las vías urinarias.  Esto puede evitar que los patógenos se multipliquen hasta que pueda verte el médico.

Si esto por sí solo no es suficiente o si la infección ya está avanzada, tu médico puede recetarte un tratamiento con antibióticos para acabar con las bacterias y, por lo tanto, evitar que sigan multiplicándose. 

En el caso de infecciones urinarias frecuentes o de repetición, se hace conveniente un examen urológico para detectar la causa y poder atajarlo con mayor exactitud.

Cómo prevenir la infección de orina en personas mayores

Beber cerca de 2 litros de agua al día: la sensación de sed es mucho menor en personas mayores por lo que se hace fundamental "obligarse" a beber agua con frecuencia.

Vaciado regular de la vejiga: no aguantes las ganas de hacer pis de forma regular.

Evita el exceso de higiene en las zonas íntimas: en ocasiones los jabones agresivos pueden acabar con la barrera natural de protección.

Mantén una buena higiene y nunca limpies desde atrás hacia delante.

Asegura que las zonas íntimas estén secas, evita la humedad para no crear un caldo de cultivo ideal para las bacterias. 

Conclusión

La infección de orina es una patología frecuente. En general son más propensas las mujeres debido a las características de su anatomía, así como las personas mayores, aquellas que tienen incontinencia urinaria, o las que requieren de sonda urinaria.

La forma más frecuente de abordar la cistitis o infección de orina es realizar un cultivo para analizar la orina para recibir el tratamiento más adecuado. En general, el tratamiento pasa por la toma de antibióticos.

Bibliografía

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