Cuáles son las consecuencias del consumo continuado de alcohol a lo largo de la vida

El consumo continuado de alcohol a lo largo de la vida puede tener efectos profundamente perjudiciales en la salud, que resultan más evidentes según vamos cumpliendo años. El consumo excesivo de alcohol tiene consecuencias inmediatas en múltiples aspectos de la salud física y mental, además de impactar en las relaciones sociales y el desempeño profesional, pero también a largo plazo.

Descubre cuáles son las consecuencias del consumo crónico de alcohol, apoyándose en evidencias científicas y estudios actuales.

Impacto de haber bebido alcohol en la salud de las personas mayores

1. Sistema nervioso y cerebro

El alcohol tiene efectos neurotóxicos significativos. El consumo excesivo y prolongado de esta sustancia puede llevar a la neurodegeneración, afectando la estructura y función cerebral a largo plazo. Cuando nos hacemos mayores haber consumido alcohol de manera recurrente puede manifestarse en problemas cognitivos, como la dificultad para aprender y recordar información, y en trastornos más graves como la demencia alcohólica y la encefalopatía de Wernicke-Korsakoff, una enfermedad cerebrovascular causada por deficiencia de tiamina.

2. Hígado

El hígado es uno de los órganos más afectados por el consumo de alcohol. La enfermedad hepática alcohólica abarca un espectro que incluye la esteatosis hepática (acumulación de grasa en el hígado), hepatitis alcohólica (inflamación del hígado) y cirrosis (cicatrización del hígado). La cirrosis es particularmente preocupante ya que es irreversible y puede ser fatal. El consumo continuado de alcohol a lo largo de toda la vida puede conducir a sufrir alguna de estas enfermedades en la edad madura, aunque ya hayamos dejado de consumirlo de forma habitual.

3. Sistema cardiovascular

Aunque el consumo moderado de alcohol ha sido vinculado en algunas investigaciones con ciertos beneficios cardiovasculares, el abuso prolongado de alcohol, aunque sea de manera moderada, tiene el efecto contrario. Algunas de las consecuencias de haber bebido mucho alcohol a lo largo de la vida, y que se pueden poner de manifiesto en las personas mayores, son la hipertensión arterial, miocardiopatía (enfermedad del músculo cardíaco), arritmias y un aumento en el riesgo de accidentes cerebrovasculares.

4. Sistema gastrointestinal

Otro de los alcances de haber bebido alcohol de forma continuada a lo largo de nuestra vida tiene que ver con el sistema gastrointestinal. El alcohol irrita el revestimiento del tracto gastrointestinal, lo que puede causar, a corto-medio plazo, gastritis y úlceras pépticas. A largo plazo, el consumo de alcohol también aumenta el riesgo de cáncer en el esófago, estómago y páncreas.

La pancreatitis crónica, una inflamación persistente del páncreas, es otra complicación grave relacionada con el consumo excesivo de alcohol y que puede ponerse de manifiesto en cualquier etapa de nuestra vida.

Impacto del alcohol en la salud mental de las personas mayores

1. Dependencia y adicción

El alcohol es una sustancia altamente adictiva. El consumo continuado a corto plazo puede llevar a la dependencia física y psicológica, caracterizada por un fuerte deseo de consumir alcohol, dificultad para controlar su consumo, tolerancia (necesidad de cantidades mayores para lograr el mismo efecto) y síndrome de abstinencia al reducir o cesar el consumo. Esta condición de dependencia alcohólica tiene consecuencias a lo largo de toda la vida, ya que nuestro cerebro siempre tenderá a satisfacer esa necesidad de dependencia, aunque haga mucho tiempo que ya no se consuma alcohol.

2. Trastornos psiquiátricos

El consumo de alcohol está fuertemente vinculado con el desarrollo de trastornos psiquiátricos como la depresión y la ansiedad. También puede exacerbar los síntomas de trastornos preexistentes y aumentar el riesgo de comportamientos suicidas a lo largo de toda nuestra vida, incluido en las personas mayores.

Las consecuencias del consumo continuado de alcohol a lo largo de la vida son extensas y multifacéticas, afectando adversamente la salud física y mental, durante el consumo, e incluso, en etapas posteriores, como son la madurez. Es crucial tomar conciencia sobre estos riesgos en la juventud, y promover estrategias de prevención y tratamiento, con el fin de evitar los daños asociados al consumo de alcohol también cuando llegamos a la madurez. La intervención temprana y el apoyo continuo pueden ser claves para prevenir las repercusiones a largo plazo de esta sustancia.