COVID-19 en pacientes reumáticos: ¿deben tomar medidas especiales o son más vulnerables?

COVID-19 en pacientes reumáticos: ¿deben tomar medidas especiales o son más vulnerables?

La pandemia por el virus COVID-19 se ha presentado de forma brutal, abrupta e inesperada, provocando un desafío sanitario de gestión mundial en todas las facetas de relación humana, profesional y medioambiental, en todos los países. En el ámbito de la salud también impacta en las diferentes especialidades, generando incertidumbres y desafíos. El propósito de este artículo es aclarar dudas a los pacientes reumáticos, también sobre los medicamentos que utilizan en la situación actual de confinamiento. Hay que valorar lo que sabemos de la repercusión del COVID-19 a sus dolencias, lo que nos permite mandar un mensaje de razonable tranquilidad.

¿Son pacientes de riesgo todos aquellos con enfermedades reumatológicas?

Cada enfermedad tiene su mecanismo, o proceso fisiopatológico, de provocar lesiones. Asimismo, en cada enfermedad reumática existe su propio mecanismo de provocar la enfermedad. Esto podría hacer pensar que cada enfermedad puede tener una susceptibilidad distinta de padecer la infección por COVID-19.

Hasta el momento no se ha detectado un incremento de infección por COVID-19 en los diferentes reumatismos. Tampoco se ha notificado una mayor tendencia a la mala evolución de aquellos que han sido contagiados. Los mayores factores de riesgo identificados son:

  • La edad.
  • Comorbilidades (diabetes, EPOC, insuficiencia renal o cardíaca, etc.).
  • Obesidad.
  • Enfermedades debilitantes, como las oncológicas o cualquiera que interfiera en una respuesta inmunitaria satisfactoria.

Enfermedades reumatológicas autoinmunes: ¿son estos pacientes especialmente vulnerables a la COVID-19?

Algunas enfermedades reumatológicas son autoinmunes, como la artritis reumatoide, el lupus, el síndrome de Sjögren... Siempre se ha considerado que las dolencias autoinmunes en las fases evolucionadas son más susceptibles a las infecciones. Sin embargo, esto no es así en la inmensa mayoría de pacientes con enfermedades autoinmunes, ya que, por suerte, los controles y los tratamientos han permitido que no se deteriore el sistema inmunológico y, por ende, el organismo.

El número reportado de infecciones por COVID-19 en pacientes autoinmunes reumatológicos no es superior a la media. Cabe señalar, no obstante, que no se ha diseñado un estudio epidemiológico específico.

¿Cómo actuar si un paciente con enfermedad reumatológica se contagia?

El protocolo de actuación es el mismo que para cualquier paciente. Si presenta fiebre, tos persistente o disnea (ahogo), malestar general y abatimiento, con o sin diarrea, el paciente debe acudir al médico de cabecera. Si el ahogo, la fiebre y el deterioro físico son relevantes, debe acudir al centro hospitalario de la zona. En los centros de atención sanitaria se valorará, a través de la historia clínica y exploración física, la posibilidad de realizar análisis, radiografías de tórax y detección de fosas nasales y/o mucosa orofaríngea de la presencia de COVID-19. A partir de esos datos, se planifica el tratamiento en casa o en el hospital.

¿Qué riesgos corre un paciente reumático que toma fármacos inmunosupresores o biológicos para tratar su enfermedad?

Hasta la fecha no se ha descrito que estos pacientes sean un grupo de riesgo para desarrollar formas graves de la enfermedad, causadas por la COVID-19. Pero la actuación médica siempre ha de ser prudente y actuar con las máximas precauciones para prevenir el contagio y actuar anticipadamente, en caso de que se produzca.

Algunos estudios publicados muestran cierto efecto protector o preventivo de la infección por COVID-19 de algunos de los fármacos que se emplean en algunas enfermedades inflamatorias articulares. Los antimaláricos o antipalúdicos son un ejemplo.

También disponemos de datos teóricos de fármacos que se utilizan en estas enfermedades que mejoran favorablemente la respuesta inflamatoria en las formas graves por infección por COVID-19, como son los inhibidores de la IL-6 o IL-1, los jakinibs, la colchicina, los calcineuríticos, etc. El uso de estos fármacos se establece a nivel hospitalario, dentro de los protocolos consensuados en cada centro. Ya existen diferentes ensayos clínicos en desarrollo para responder al grado de protección de estos medicamentos.

Hasta la fecha no hay que suspender ningún tratamiento previamente establecido, si no es por una justificación detectada por el reumatólogo que valore el caso.

Consejos saludables para enfermos reumáticos durante el confinamiento

Durante el confinamiento se recomienda a los pacientes con enfermedades reumáticas:

  • Tomar alimentos con calcio y vitamina D.
  • Aprovechar el sol de patios y balcones.
  • Realizar ejercicio físico diario, adaptado a cada edad y posibilidad.
  • Estar conectado con familiares y amigos.
  • Mantener un calendario de horarios, tareas y rutinas.
  • No olvidarse de las medidas higiénicas de autoprotección: lavarse las manos asiduamente, mantener la distancia social, uso de mascarilla, no descuidarse la medicación y contactar con su especialista ante cualquier duda.
  • Buscar siempre un apoyo emocional y, sobre todo, ofrecerlo a quien lo necesite.
  • Seguir las medidas de confinamiento en cada momento y lugar.

Dr. Santiago Faus Riera
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