Plan de acción personal para cuidadores

Plan de acción personal para cuidadores

A menudo nos enfrentamos a situaciones complicadas o problemáticas. Y ante cualquiera de esas dificultades tenemos dos alternativas: quedarnos bloqueados o tratar de buscar soluciones. Por supuesto, buscar una solución es la única que nos permitirá seguir adelante, pero tampoco cualquier opción será válida o la mejor.

Siempre es recomendable hacer un análisis de la situación para poder tomar las decisiones más acertadas.

La persona que cuida de otra persona dependiente no será una excepción y, de hecho, se deberá enfrentar a la toma de muchas decisiones relacionadas con la salud de la persona a la que cuida, económicas, laborales, personales...

Mirar para otro lado y dejarnos invadir por la angustia, la tristeza y la frustración no contribuirá a mejorar nada. Siempre hay algo que podremos hacer, aunque sea relacionado con nuestra propia actitud o con nuestras propias acciones. Solo tenemos que estar dispuestos a ponernos en marcha.

  • El ejemplo de pensamiento de una persona indecisa, que no se atreve a cambiar nada sería: estoy insatisfecho con esta situación y eso me IMPIDE ponerme en marcha.
  • El ejemplo de una persona con pensamiento proactivo sería: estoy INSATISFECHO con esta situación y eso me fuerza a ponerme en marcha.

Podríamos decir que en nuestro proceso de toma de decisiones habría cuatro zonas:

  • Zona de confort: la conocida aunque no sea la mejor. Genera dependencia por la seguridad que nos da lo conocido.
  • Zona de miedo: ahí entran en juego nuestras emociones, nuestras opiniones y nuestras creencias limitantes. Ante los cambios el miedo por lo nuevo nos hace pensar de primeras que vaya a salir mal.
  • Zona de acción-aprendizaje: ahí entramos en el reto de intentarlo, de poner en marcha nuevos planes y estrategias. Por eso ahí es donde aprendemos realmente.
  • Zona de éxitos y fracasos: en base a los resultados, si son positivos potenciarán nuestra seguridad, confianza y autoestima. Si no han funcionado aprenderemos de nuestros errores para poder probar otras opciones.

Por tanto, ante cualquier situación que deseemos mejorar habrá que atreverse a explorar otras opciones, saliendo de esa zona de confort, trazando un plan, asumiendo el reto y valorando luego qué tal ha ido.

Pongamos por ejemplo que Ana cuida de su madre todas las tardes cuando la recoge del centro de día al salir ella de su trabajo. Y que Ana necesita un par de tardes libres para asistir a unas clases para poder optar a un puesto mejor. Ante la imposibilidad de disponer de ese tiempo, Ana no sabe qué hacer y se siente angustiada, enfadada e impotente por no poder atender su propia vida, aunque ella esté satisfecha por poder cuidar de su madre.

Ana tiene un problema y puede renunciar directamente a esa mejora laboral y no hacer nada, o buscar alternativas y trazar un plan de acción.

A la hora de marcarnos cualquier mejora podemos seguir los pasos del Método GROW, cuyas siglas nos marcan ya los pasos a seguir:

  • GOALS (objetivos): el objetivo de Ana vinculado a su mejora en el trabajo debe ser un objetivo específico o concreto, alcanzable, realista, medible y con un tiempo determinado para su consecución.
  • REALITY (realidad): Ana debe analizar cuál es su situación real en este momento y esa será la falta de tiempo por las tardes debido al cuidado de su madre.
  • OPCIONS (opciones): Ana deberá pensar en todas las posibles opciones que se le ocurran, por descabelladas que parezcan. Luego deberá analizar una por una esas opciones para ver que costes-beneficios implican y elegir cuál es mejor y más viable.
  • WILL (qué harás): este paso es ya el plan de acción. Ana deberá dar respuesta a cuestiones sobre qué voy a hacer, cómo, cuándo, dónde, con quién, qué apoyos y obstáculos tendrá.

Siguiendo con nuestro ejemplo, ante la dificultad de Ana para disponer de dos tardes libres para asistir al curso, Ana valora como posibles opciones no asistir, preguntar si se pude hacer online, pedir a su hermana que se quede con ella, preguntar en el centro de día si ofrecen servicio ampliado, contratar a otro cuidador esas dos tardes,...

Ana analiza luego uno por uno los pros, contras y viabilidad de cada alternativa y al final su hermana se ofrece a enviar a una cuidadora conocida esas dos tardes para que Ana pueda hacer ese curso.

Ahora Ana tiene un plan. Sabe que va a hacer ese curso, dos tardes por semana, en su propia empresa, mientras una cuidadora se ocupa de su madre. Si por cualquier motivo la cuidadora no pudiera algún día, los responsables del curso le han dicho que podría puntualmente hacer esa clase a distancia.

En conclusión, cada vez que te quejas sin hacer nada al respecto de aquello de lo que te quejas..., estás siendo parte del problema.

En cambio, eres parte de la solución cada vez que en cuanto tienes delante un problema piensas: ¿qué puedo hacer yo para resolverlo?

Ser parte de la solución consiste en contribuir a su consecución...

Raquel Esteban
Directora Psicología de ITAF

Artículo recomendado

Buscador gratuito de residencias

Buscador gratuito de residencias

Encuentra la residencia que encaja con tus necesidades. Puedes filtrar por preferencias, ver los servicios y fotos de cada centro e incluso contactar...

Relacionados

Comentarios