PUBLICIDAD

Personajes famosos que cambiaron su apellido y por qué


Publicado por Patricia Fernández, periodista
Creado: 22 de junio de 2025 19:26 | Modificado: 22 de junio de 2025 19:51


Personajes famosos que cambiaron su apellido y por qué

Monroe, Marx, Presley, Dalí… Algunos de los personajes más conocidos de la historia no siempre se llamaron así. Cambiar de apellido ha sido, para muchos, una forma de abrirse camino, ocultar orígenes o dar fuerza a su nombre artístico. Estas son sus historias más sorprendentes.

Aunque no solemos pensar en ello, muchos de los apellidos de figuras famosas que hoy consideramos legendarios fueron adoptados, modificados o directamente reinventados. A lo largo de la historia, científicos, políticos, artistas, escritores e incluso inmigrantes comunes han cambiado su apellido por múltiples motivos: adaptación cultural, supervivencia, imagen pública o ruptura familiar. Algunos cambios pasaron desapercibidos; otros marcaron el inicio de una carrera imparable. Repasamos algunos de los casos más representativos: desde la transformación artística de Salvador Dalí hasta Bob Dylan. Porque, a veces, cambiarse el apellido no es un capricho, es una declaración de intenciones.

6 Historias detrás de grandes apellidos

1. Marilyn Monroe, un nombre nuevo para una nueva vida

De Norma Jeane a Marilyn Monroe

Pocas transformaciones fueron tan potentes como la de Norma Jeane Mortenson. Nació con un nombre común y una vida marcada por el abandono y la orfandad. Cuando comenzó a trabajar como modelo en los años 40, los estudios de cine vieron en ella algo especial, pero su nombre no encajaba en el glamour de Hollywood.

Eligieron "Marilyn" por su musicalidad y "Monroe" por ser el apellido de soltera de su madre. Así nació la leyenda.

PUBLICIDAD

El peso de una identidad inventada

Con el tiempo, Marilyn se convirtió en algo más que un nombre artístico: fue una máscara que ocultaba a Norma Jeane. Aunque parecía brillar, debajo del maquillaje había una mujer frágil que, en muchos sentidos, nunca dejó de ser la niña sin apellido propio.

2. Salvador Dalí, el arte de convertir tu apellido en marca

El apellido que eclipsó todo lo demás

Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech, como se llamaba en realidad, nació en Figueres, en el seno de una familia acomodada catalana. En Cataluña es tradición usar ambos apellidos unidos por la "i" copulativa. Sin embargo, desde muy joven, Dalí, con el impulso de su padre, decidió usar solo el primero.

PUBLICIDAD

Dalí era corto, único, con carácter. Su padre lo consideraba más distinguido que Domènech, y el joven Salvador lo convirtió en firma, logotipo y símbolo de su universo.

Dalí como marca personal

No fue una decisión administrativa, sino estratégica. Dalí transformó su apellido en icono. Aparecía en mayúsculas, solo, rotundo. "Dalí" era la firma en sus cuadros, su manera de hablar de sí mismo, y con los años, un sinónimo de genialidad y extravagancia artística.

3. Bob Dylan. Un poeta que se nombró a sí mismo

De Zimmerman a Dylan: buscar un nuevo comienzo

Nacido en Minnesota como Robert Allen Zimmerman, Bob Dylan fue un joven lleno de inquietudes artísticas. En los cafés donde empezaba a tocar, sentía que su apellido sonaba demasiado común, poco literario, poco universal. Amante de la poesía, se inspiró en el poeta galés Dylan Thomas para crearse una nueva identidad.

PUBLICIDAD

Un apellido con cadencia y libertad

"Dylan" era perfecto: breve, con sonoridad, con ritmo. Le dio una nueva voz, y con ella, Bob Dylan escribió la historia musical del siglo XX. El apellido Zimmerman quedó en su infancia. Dylan fue su pasaporte a la inmortalidad artística.

4. Voltaire, un seudónimo con filo para una lengua libre

François-Marie Arouet y la reinvención ilustrada

Voltaire no fue el nombre de nacimiento del gran filósofo francés. Se llamaba François-Marie Arouet, y tras pasar por la cárcel por criticar a la nobleza, decidió no volver a firmar con ese apellido. Cambió su apellido por Voltaire, un anagrama modificado de su antiguo alias familiar.

Un nombre para enfrentarse al poder

El nuevo apellido lo protegía y, al mismo tiempo, le daba fuerza. "Voltaire" era corto, directo y cargado de intención. Firmó con él sus obras filosóficas, sus sátiras, sus críticas al absolutismo y construyó una voz con la que cambió el pensamiento europeo.

5. Albert Einstein y los apellidos que no sobrevivieron al exilio

Un apellido que se convirtió en sinónimo de genio

Einstein es, sin duda, uno de los apellidos más célebres del siglo XX. Pero mientras Albert conservó el suyo, varios de sus familiares no pudieron hacerlo. Tras la persecución nazi, muchos de ellos emigraron y cambiaron su apellido por necesidad: algunos pasaron a llamarse Eaton o Stone, buscando adaptarse y protegerse en países como Estados Unidos.

La paradoja del apellido que se mantuvo y que se multiplicó

Albert Einstein no solo conservó su apellido: lo convirtió en símbolo de inteligencia. Pero su entorno demuestra que los apellidos no siempre son herencia inquebrantable. A veces, cambiarlo es cuestión de supervivencia.

6. Elvis Presley, cuando el apellido se adapta con el tiempo

De Pressler a Presley, la historia de una evolución migrante

La familia del rey del rock llegó a Estados Unidos con el apellido Pressler, un apellido de origen alemán. Al asentarse en América, y como ocurría con miles de inmigrantes, el apellido fue transformándose. La adaptación oral, la fonética y la burocracia lo convirtieron en Presley.

Un apellido que nadie olvidaría

Elvis nunca cambió oficialmente nada, pero heredó un apellido ya modificado por el tiempo, el idioma y la necesidad de integración. Y lo llevó a lo más alto. Presley se convirtió en sinónimo de revolución musical y carisma.

Cuando el apellido no es refugio, sino frontera

A lo largo de la historia, millones de personas han cambiado su apellido al llegar a otro país. Algunas veces lo hicieron por voluntad propia; otras, porque los funcionarios no sabían escribirlo, o porque era más fácil ser aceptado si se "americanizaba".

Apellidos como Kowalski se convirtieron en Coles, Schwarz pasó a Swartz, Levi se volvió Lewis. Muchos de estos cambios nunca se documentaron: simplemente, ocurrieron.

Para muchos inmigrantes, ese cambio fue una forma de comenzar de nuevo. Pero también significó, en ocasiones, perder parte de su historia familiar.

¿Qué nos dicen todos estos cambios de apellido?

Cambiar el apellido puede ser una decisión administrativa, pero también emocional, artística o vital. En estos ejemplos vemos cómo algunos lo hicieron por estética, otros por seguridad, y muchos por necesidad personal. Lo curioso es que, en la mayoría de los casos, el nuevo apellido fue más auténtico, más libre, más poderoso que el que dejaron atrás.

Porque a veces, empezar de nuevo empieza por cómo decides llamarte.

 

Artículo recomendado

Buscador gratuito de residencias

Buscador gratuito de residencias

Encuentra la residencia que encaja con tus necesidades. Puedes filtrar por preferencias, ver los servicios y fotos de cada centro e incluso contactar...

PUBLICIDAD

Relacionados

Comentarios