Dolores musculares a partir de los 50 ¿Por qué aparecen y cómo hacerles frente?


Publicado por Patricia Fernández, periodista
Creado: 2 de mayo de 2025 08:08 | Modificado: 2 de mayo de 2025 08:27


Dolores musculares a partir de los 50 ¿Por qué aparecen y cómo hacerles frente?

A partir de los 50 años, muchas mujeres comienzan a experimentar dolores musculares y de tendones. Estos malestares, aunque comunes, están relacionados con cambios hormonales y físicos. Pero, ¿por qué ocurren?

Los dolores musculares y de tendones son una queja común entre las mujeres mayores de 50 años. Estos dolores, que van desde molestias leves hasta dolores intensos, a menudo se asocian con la menopausia, una etapa de transición hormonal que afecta a muchas mujeres. Aunque las causas no son siempre fáciles de identificar, los cambios hormonales y los factores relacionados con el envejecimiento juegan un papel importante. El estrógeno, una hormona clave en la regulación de diversas funciones del cuerpo, experimenta una disminución durante la menopausia, lo que puede desencadenar una serie de reacciones en los músculos y tejidos conectivos.

La relación entre la menopausia y los dolores musculares

La menopausia es una fase natural en la vida de todas las mujeres, pero los cambios hormonales que acompañan esta transición tienen un impacto significativo en el cuerpo. Durante este proceso, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que afecta no solo a la menstruación, sino también a otros aspectos de nuestra salud, como la fuerza de los músculos y la flexibilidad de los tendones.

El estrógeno tiene una función protectora sobre los músculos y las articulaciones, ayudando a mantener su elasticidad y a prevenir el desgaste. Cuando estos niveles disminuyen, los músculos y tendones pueden volverse más rígidos y menos resistentes, lo que provoca la aparición de dolores y molestias. La menopausia, entonces, no solo marca el fin de la menstruación, sino que también inicia una serie de cambios que pueden influir en el bienestar físico de la mujer.

Otras causas de los dolores musculares y articulares a partir de los 50

Aunque la menopausia juega un papel crucial, existen otras razones que también contribuyen a la aparición de dolores musculares y articulares en las mujeres a partir de los 50 años:

  1. Pérdida de masa muscular: Con el paso de los años, es normal que la masa muscular disminuya. Esta pérdida de músculo, conocida como sarcopenia, no solo afecta la fuerza general, sino que también hace que los músculos sean más propensos a lesiones y dolores. Si no se realiza actividad física de manera regular, los músculos se debilitan aún más, lo que puede generar molestias y aumentar el riesgo de tensiones.
  2. Reducción de la lubricación en las articulaciones: A medida que envejecemos, las articulaciones pierden lubricación. Esto puede causar fricción entre los huesos, lo que da lugar a dolor, rigidez e inflamación. La falta de estrógeno durante la menopausia también puede empeorar esta situación, lo que hace que las articulaciones se vuelvan más sensibles.
  3. Estrés y ansiedad: Las preocupaciones emocionales y el estrés, que son comunes durante la menopausia, también pueden manifestarse físicamente en forma de tensión muscular. Las áreas más afectadas suelen ser el cuello, los hombros y la espalda, y la tensión emocional puede hacer que el dolor muscular se intensifique.
  4. Osteoporosis: La pérdida de masa ósea, conocida como osteoporosis, es otro factor importante durante la menopausia. Los huesos más frágiles aumentan el riesgo de fracturas, lo que puede derivar en dolor y molestias musculares adicionales. Además, la falta de densidad ósea también contribuye a que las articulaciones se vuelvan más vulnerables al desgaste.

Soluciones para aliviar los dolores musculares y articulares

Aunque los dolores musculares a partir de los 50 pueden ser inevitables en muchos casos, existen varias maneras de manejarlos y reducir su intensidad. Aquí algunas soluciones:

  1. Ejercicio regular: El ejercicio es clave para mantener los músculos y tendones fuertes y flexibles. El yoga, la natación, y las caminatas son actividades de bajo impacto que pueden ser especialmente beneficiosas. Además, el ejercicio puede ayudar a reducir los niveles de estrés, lo que disminuye la tensión muscular.
  2. Suplementos nutricionales: Suplementos como el calcio, la vitamina D y el magnesio son esenciales para mantener la salud ósea y muscular. Estos nutrientes ayudan a fortalecer los huesos y a prevenir la pérdida de masa muscular. Además, ciertos suplementos como el colágeno o los ácidos grasos omega-3 pueden apoyar la salud de los tendones.
  3. Terapias hormonales: Las terapias de reemplazo hormonal (TRH) pueden ayudar a mitigar los síntomas de la menopausia, incluidos los dolores musculares y articulares. Sin embargo, es importante consultar a un médico antes de iniciar cualquier tratamiento, ya que la TRH puede tener efectos secundarios.
  4. Masajes terapéuticos: El masaje puede ser una forma eficaz de aliviar la rigidez muscular y reducir la tensión. Técnicas como el masaje sueco o el masaje con piedras calientes pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea y aliviar los dolores musculares.
  5. Técnicas de relajación y mindfulness: La meditación, la respiración profunda y otras técnicas de relajación pueden ser útiles para reducir el estrés y, por ende, disminuir la tensión muscular. La práctica regular de mindfulness ayuda a controlar las emociones y reduce los efectos negativos del estrés sobre el cuerpo.
  6. Cuidado de la postura: Mantener una postura adecuada durante el día es fundamental para prevenir dolores musculares. Es recomendable sentarse y caminar con una postura erguida, evitando malas posiciones que puedan sobrecargar los músculos y las articulaciones.
  7. Uso de analgésicos tópicos y antiinflamatorios: En algunos casos, el uso de cremas antiinflamatorias o analgésicos tópicos puede ayudar a reducir los dolores musculares de manera localizada. Estos productos pueden proporcionar alivio temporal mientras se aplican en las áreas afectadas.
  8. Alimentación equilibrada: Mantener una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y minerales es fundamental para el bienestar general. Alimentos como el pescado, las verduras de hojas verdes, los frutos secos y las frutas frescas pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud muscular.
  9. espacio de trabajo y las actividades cotidianas favorezcan una postura erguida.

Los dolores musculares y articulares en las mujeres a partir de los 50 años son una consecuencia natural de la menopausia y el envejecimiento, pero no tienes que resignarte a vivir con ellos. Con los cuidados adecuados, el ejercicio regular y una alimentación equilibrada, es posible reducir estos dolores y disfrutar de una vida activa y plena. Si bien los cambios hormonales son inevitables, las soluciones para mantenerte saludable y libre de dolor están a tu alcance. No dudes en buscar ayuda profesional si los síntomas persisten o empeoran; hay muchas opciones disponibles para mejorar tu bienestar y calidad de vida.

Bibliografía:

Mymenopausecentre.com - Menopause, muscle aches and pains

Sydney Pelvic Clinic - Menopause and the Musculoskeletal System?

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