¿En qué consiste la jubilación demorada? Conoce sus ventajas

La reforma de las pensiones sigue su curso y nos siguen sorprendiendo algunas novedades, aunque el panorama general está claro. La idea es retrasar la edad de jubilación y más allá, es decir, que además de que cada año aumenta la edad de jubilación, también puedes trabajar una vez alcanzada esa edad. ¿Estás dispuesto a seguir en tu trabajo a pesar de haber cumplido ya los 66 años y 2 meses que necesitas para jubilarte? Antes de responder será mejor que conozcas las ventajas de la jubilación demorada.

En qué consiste la jubilación demorada

Como te estás imaginando, la jubilación demorada consiste precisamente en jubilarte más tarde de la edad ordinaria, en seguir trabajando a pesar de haber cumplido ya la edad de jubilación. Y como el objetivo a la hora de sostener el sistema público de pensiones es retrasar la jubilación todo lo posible, pues esta demora en tu retiro te proporciona una serie de ventajas que se verán reflejadas en tu pensión una vez que te jubiles definitivamente.

Se intenta estimular la prolongación de la vida laboral, y para ello las personas que se acojan a la jubilación demorada tendrán un incentivo de un 4 % más por cada año completo que se trabaje más allá de la edad ordinaria de jubilación. Un aumento que no notarás mientras sigas trabajando, sino que se aplicará a la base reguladora de tu pensión de jubilación y lo comprobarás una vez empieces a cobrar tu pensión.

Esta es una de las opciones que tienes, porque en lugar de sumar ese porcentaje a tu base reguladora también puedes elegir un pago único de una cantidad que variará según los años cotizados de más. La cuantía va desde los 5000 a los 12 000 euros y la recibirás en el momento de cobrar tu primera pensión de jubilación. Y también hay otra tercera opción que te permite combinar ambos incentivos aunque con cuantías inferiores, lógicamente.

Como ves, se trata de una opción interesante a nivel económico para poder contar con una pensión de jubilación que no te reste poder adquisitivo. Pero, por supuesto, el dinero no lo es todo y hay que valorar si te compensa o no seguir trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación.