La jubilación: ¿es lo que esperabas?

La mayoría de las personas se sienten agobiadas cuando suena el despertador y se levantan para afrontar un día más de trabajo y obligaciones varias. Por eso la jubilación se ve como una especie de liberación y por eso también se disfruta como nunca de esa fiesta de despedida del trabajo. Sin embargo, la tan ansiada jubilación sorprende a muchas personas y no precisamente para bien. Hay jubilados que no se adaptan bien a su nueva situación.

Adaptarse a la jubilación no siempre es fácil

No son casos excepcionales. Son unas cuantas las personas que sufren una especie de crisis vital cuando se jubilan. A pesar de haber estado esperando ese momento con ilusión, a pesar de tener sueños, planes y proyectos para la etapa de jubilación, cuando llega el momento algo se desmorona. En efecto, el final de la vida laboral es el cierre de una etapa y como tal implica un cambio. Un cambio drástico que no siempre se afronta de la forma más positiva.

Todo el contexto influye a la hora de disfrutar de una jubilación activa o de tomar el retiro de la vida laboral como un funesto presagio del fin. La soledad es uno de los grandes males de nuestra sociedad que afecta especialmente a los mayores. Esos mayores cuyas relaciones sociales ocurrían en el trabajo y ahora se quedan sin esa parte tan importante de la vida. Por supuesto hay opciones, porque los jubilados tienen más tiempo para apuntarse a actividades de todo tipo. Tienen tiempo pero ¿tienen ganas?

No olvidemos que la edad de jubilación es otro factor a tener en cuenta en una adaptación negativa del retiro. Después de toda una vida trabajando, no siempre en las condiciones más aceptables, la salud se resiente. Aunque dicen que nunca es tarde y ahora es el mejor momento para plantearse apostar por un envejecimiento activo, con una alimentación saludable y algo de ejercicio físico. Estás jubilado, se acabó el despertador, se acabaron las rutinas...de pronto un día te das cuenta de que esa falta de rutinas no la estás disfrutando tanto como habías imaginado. Los días se pasan sin saber muy bien qué hacer, te sientes fuera de lugar porque no estás haciendo lo que llevas haciendo toda una vida.

 Y si quieres hablamos de dinero...¿la pensión de jubilación te llega para viajar y recorrer el mundo como habías pensado? Seguramente no. Pero hay otras opciones para que no se te venga el mundo encima. Piensa que se trata únicamente de un cambio más en tu vida, de una nueva etapa vital y no te sientas culpable por no estar fascinado con una emocionante vida de jubilado.