OPTIMISMO

El secreto de la felicidad: optimismo e inteligencia emocional

El secreto de la felicidad: optimismo e inteligencia emocional

Optimismo, inteligencia emocional, buen humor, autoestima, resiliencia... Pon en práctica estos conceptos y aprenderás cómo ser feliz de verdad.

Qué es el optimismo

El Optimismo Emocionalmente Inteligente es la expectativa que van a ocurrir cosas positivas, en conexión emocional con la realidad y con sus aspectos más favorables para conseguir un objetivo alcanzable desde los propios recursos que las personas tenemos. Como actitud personal y positiva frente la vida, nos permite madurar, adaptarnos, cambiar o transformar las situaciones adversas en productivas y positivas, y la clave es desde cómo focalizamos nuestra atención; si focalizas en lo que te falta, en lo que tienen los demás, eso producirá malestar; si focalizas en lo que tienes y lo que los demás te pueden aportar, eso te producirá bienestar. Ese cambio de enfoque y de actitud producirá cambios creativos, retos, oportunidades para el desarrollo de las personas y social desde el bien común.

¿Eres optimista?

Eres optimista al actuar con tendencia a:

  • Responder a los diferentes aspectos de la vida de manera flexible, realista y positiva.
  • Ser sujeto activo y protagonista de la propia vida con esperanza en el futuro y en la capacidad para salir adelante.
  • Aceptar y afrontar los retos y cambios con interdependencia de las circunstancias externas.
  • Afrontar las situaciones adversas para convertirlas en oportunidades, gestionando las emociones, recuperando la actitud positiva y tomando riendas y decisiones con serenidad e ilusión.

Por qué es bueno ser optimista

Ser optimista es bueno porque ejercita nuestras capacidades emocionales y cerebrales. Para aprender a convertir lo adverso, los problemas, en oportunidades desde lo más favorable.

Porque ayuda a reaccionar, a cambiar la mirada y la forma de hacer las cosas para afrontar cualquier situación. Incluso poder imaginar y crear otras formas diferentes de actuar y ponerlas en práctica.

Como es una actitud positiva ante la vida nos ayuda a entendernos mejor a nosotros y a la vida, para disfrutarla siendo más protagonistas y dar respuesta a situaciones de crisis. Cuando observas lo negativo, tú puedes transformarlo en positivo, y gracias a lo que pierdes, puedes ganar y hacer ganar a los demás, ya hay más que pérdida o ganancia y se convierte en un proceso cíclico. En este sentido, el optimismo nos ayuda a pensar de manera unitaria y aceptar los cambios vitales.

Cómo ser más feliz

El concepto felicidad realista incluye alegría y actitudes y emociones no tan supuestamente positivas (compromiso, lucha, reto, incluso dolor, obstáculos). No siempre es el logro o la satisfacción de los deseos lo que produce los sentimientos positivos más profundos, está más en:

  • Vivir los pequeños momentos y disfrutarlos con intensidad.
  • Ponerse retos que ilusionen con salud psicológica.  
  • Relativizar los problemas y mirar hacia los aspectos más favorables con amplia sonrisa.
  • Empatizar con los demás, amar, aceptarse y aceptar, perdonarse y perdonar.
  • Realizar actividades, mostrar interés por cuidarse físicamente, seguir aprendiendo, relacionarse y crear cambios positivos.
  • Conectar desde la Naturaleza con nuestra esencia sagrada y fortalezas en unión y solidaridad con lo que nos rodea.

Desde la Psicología Positiva se nos dan unas indicaciones prácticas para poder ser un poco más felices y al alcance de nuestra mano y de nuestra actitud.

  • Expresar gratitud a los demás y ser agradecido con la vida y tú entorno.
  • Cultivar el optimismo y ver el lado positivo de las situaciones que te pasan.
  • Evitar pensar demasiado y compararnos socialmente con los demás o con lo que fuimos.
  • Cuidar las relaciones sociales y las amistades.
  • Desarrollar estrategias para afrontar las dificultades y hacer cosas nuevas.
  • Aprender a perdonar y/o perdonar más frecuentemente.
  • Improvisar más en nuestro día a día.
  • Saborear las alegrías de la vida, hay muchas a nuestro alrededor.
  • Fijarse metas alcanzables y comprometerse con tus objetivos.
  • Practicar la religión y/o la espiritualidad.
  • Descansar bien y ejercitar nuestro cuerpo y tener una postura corporal recta y erguida.
  • Tener una visión interior personal positiva.

Y sin olvidar lo que Oscar Wilde planteaba: "La vida es demasiado importante para tomársela en serio".

Ser optimista favorece la salud

Existe evidencia científica para que una persona que afronta la vida con optimismo tenga mejoras en la salud:

  • Tiende a cuidarse más a sí mismo y al entorno, y parece ser que esa actitud mejora el corazón y lo previene de infartos y problemas asociados, mejoran su colesterol y los triglicéridos.
  • Diversos estudios nos muestran que las personas optimistas, manejan mejor las situaciones de estrés y se recuperan antes de esas situaciones.
  • Los optimistas tienen mejores niveles inmunológicos, y que frente a las enfermedades como paciente o cuidador asume mejor las fases psicológicas de adaptación, el compromiso terapéutico, la búsqueda activa de recursos o tratamientos de soporte, genera esperanza realista para afronta con mejor predisposición los procesos de la enfermedad.
  • Parece ser que diversos estudios demuestran que las personas centenarias, una de las características que tienen es que han sido personas optimistas, y que con esas edades lo siguen siendo.

La persona que vive y contagia optimismos tiene más oportunidades para moverse y crear entornos personales y sociales más alegres y saludables.

Beneficios del buen humor en la salud

El humor y la risa tienen una gran cantidad de beneficios, porque al reírnos movilizamos una gran cantidad de músculos de nuestro cuerpo (más de 400 músculos) y libera varias sustancias químicas que mejoran nuestra calidad de vida y nuestra longevidad, como son:

  • La dopamina, que eleva nuestro estado de ánimo
  • La endorfina, que produce un efecto analgésico que permite calmar los dolores
  • La adrenalina, que nos permite estar más activos y despiertos, que hace que nuestra creatividad mejore.

Fortalece el corazón, ya que acelera el ritmo cardiaco; alivia las digestiones, porque agita el hígado y órganos digestivos; mejora nuestra respiración por el efecto de la ventilación respiratoria e incrementa el sistema inmunológico alejando las enfermedades comunes, como alergias, resfriados y/o gripes.

Pero aparte de eso efectos físicos las personas que mejoran su humor, o aprenden técnicas para reírse más, incrementan su autoestima, mejora las ganas de comunicarnos más y con más personas, te hace ser más optimista, y aleja la tristeza, porque está demostrado biológicamente, que no podemos estar tristes y alegres a la vez.

Qué es la inteligencia emocional

La Inteligencia Emocional se puede definir como la capacidad que tienen las personas para manejar, entender, seleccionar y gestionar sus emociones y las de los demás con eficacia, eficiencia y generando resultados positivos para uno mismo y su entorno.

Se podría dividir en dos esferas de conocimiento:

  • Inteligencia intrapersonal: centrando toda la gestión y el conocimiento que tenemos de nuestras emociones y no dejarnos arrastrar por ellas, sino conocer y entender la información que nos está dando una emoción concreta, en una situación concreta. Por ejemplo: No es lo mismo saber y entender que una situación te enfada en vez de que te produce miedo, hace que el afrontamiento hacia ella sea diferente.
  • Inteligencia interpersonal: centrando todo el conocimiento y la gestión emocional de los otros y nuestras emociones en las relaciones sociales con los demás. Por ejemplo: Entender que una persona se enfada contigo porque está en una situación personal o profesional delicada hace que muestren empatía hacia esa otra persona, te afecte menos y manejes mejor la situación.  

Consejos para ser feliz

La felicidad no debe ser una meta, sino un estado mental y una actitud ante la vida, y ante eso desde la Psicología se puede trabajar y mejorar, tengamos la situación que tengamos.

  • Incorporar la gratitud en nuestro día a día: cuantas más veces y con más personas mejor, hasta que lo convirtamos en un hábito.
  • Sonreír más frecuentemente: Fundamentales sonreírnos a nosotros mismos y también a nuestro entorno, a los demás.
  • Recordar las cosas buenas del día y dejarlas anotadas, por lo menos 3 situaciones agradables al día.
  • Ser amable con nuestro entorno y las personas que nos rodean.

Qué es la resiliencia y ventajas de las personas resilientes

La resiliencia es aquella capacidad que tienen las personas para sobreponerse ante las adversidades de la vida y, además, sacar experiencias positivas y crecer y superar esa situación. Es un proceso dinámico que tiene por resultado la adaptación positiva, aún en contextos de gran adversidad.

En las situaciones sociales que vivimos en nuestro país actualmente, y las situaciones personales que nos pasan en nuestro día a día, una persona resiliente afronta de forma más constructivas las situaciones cotidianas desagradables o dificultosas.

Las personas más resilientes se benefician en que:

  • Tienen una mejor autoimagen.
  • Se critican menos a sí mismas.
  • Son más optimistas.
  • Afrontan los retos de forma eficaz y eficiente.
  • Son y están más sanas físicamente.
  • Tienen más éxito en el trabajo o estudios.
  • Están más satisfechas con sus relaciones sociales y personales.
  • Están menos predispuestas a la tristeza y alejan la depresión.

Cómo mejorar la autoestima

La mayoría de las personas en algún momento de su vida ha afrontado situaciones que nos han hecho que nuestra autoestima esté más baja de lo normal o seamos personas con la autoestima baja, posiblemente porque, en vez de vivir y disfrutar o afrontar el presente, nuestra mente está más en situaciones del pasado que ya no podemos cambiar, o en el futuro en posibles situaciones que no sabemos si nos van a ocurrir o no.

Algunas recomendaciones para mejorar nuestra autoestima:

  • Respétate y quiérete: Es importante tener en armonía tus creencias y valores y ser coherente con lo que piensas, dices y haces, porque será una forma de respeto hacia ti y los demás y de amor hacia uno mismo.
  • Conocerte más y mejor: Conociendo nuestros defectos y nuestras virtudes, nos permitirá apoyarnos en los últimos para poder limar los primeros y trabajar en el crecimiento constante.
  • Aceptarse sin compararse: Somos personas únicas e irrepetibles, y es importante sentirnos y vivirnos así; lo importante es intentar tener la mejor versión de uno mismo en las diferentes situaciones y mejorar y crecer desde uno mismo.
  • Re-enfoque de las situaciones: Ante situaciones negativas que nos pasan en la vida, se le debe intentar dar un giro y "verlas con otros ojos", desde un aspecto lo más optimista y sano posible, y con la certeza casi plena de que se pueden superar.
  • Marcarse metas alcanzables y comprometerse con los objetivos marcados: La rutina puede llevarnos a la pereza y la desidia, y lo ideal es proponernos metas con nosotros mismos y comprometerse con ellas, pero metas alcanzables y realistas.
  • Valoración: Cuando uno valora lo que es, lo que tiene, lo que ha conseguido (y no hablo solo de lo material, si no de las experiencias, vivencias, sensaciones...), hace que su percepción de sí mismo crezca, porque si miramos lo conseguido, valoraremos también cómo somos.

Autores: Juan Cruz y Juan Gonzalo Castilla.

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