Cómo eliminar un dolor de espalda intenso en la zona lumbar

El dolor lumbar intenso es una anomalía física que se encuentra localizada en la zona baja de la espalda, a la altura de la columna vertebral, ya sea en los ligamentos, en los nervios o, incluso, en los músculos. Podemos catalogarla como una dolencia bastante frecuente ya que las estadísticas médicas apuntan a que la sufre alrededor de un 70% de la población en algún momento de sus vidas. Aunque los tratamientos son variados, los médicos tienden a recurrir a la prescripción tradicional de analgésicos combinada con reposo.

Tratar un dolor de espalda intenso en la zona lumbar

Disponemos de varias opciones interesantes en el grupo de medicamentos que encontramos a la venta en una farmacia con el objetivo de iniciar un tratamiento del dolor de espalda intenso localizado en la zona lumbar. En primera instancia, podemos acceder a analgésicos como el paracetamol, un calmante eficiente para tratar esta clase de dolencias. En segundo lugar, también podemos adquirir fármacos antiinflamatorios que nos van a servir para reducir la inflamación a la vez que se palia considerablemente el dolor.

Además de estos productos de venta libre, es posible que el médico nos prescriba medicamentos que necesitan de receta para ser adquiridos en una farmacia. Es el caso de los opiáceos como la codeína o la morfina, recomendados habitualmente para el tratamiento de las dolencias que disponen de un carácter más grave. Si lo que padecemos es una simple contractura, resulta habitual la recomendación de un relajante muscular, especialmente útil en estos casos.

En casos de lumbagos intensos y dolor general en la zona lumbar, la recomendación de reposo ha de circunscribirse a los primeros momentos del tratamiento, cuando sentimos una mayor cantidad de molestias. Aunque debemos contar siempre con la opinión de un experto médico, éste ha de hacerse fundamentalmente en una cama firme y cómoda, tumbados boca arriba e intentando doblar tanto la cadera como las rodillas. Una vez pasadas unas 96 horas, deberemos procurar recuperar el movimiento de forma progresiva. Así conseguiremos superar los síntomas con más eficacia y disminuir el riesgo de que se convierta en un problema crónico.